Masturbación femenina y autogestión del goce: Los mitos del placer femenino

Escrito por el agosto 8, 2017

Sara Gutiérrez es conocedora de la fitoterapia, fitocosmética – salud a través de las propiedades de las plantas – y se dedica a explorar en la ginecología natural. Junto con otras compañeras realizan talleres de “autogestión del goce”, una instancia para que mujeres se conozcan a sí mismas y exploren su propia sexualidad. 

Sara Gutiérrez De La Mata nació en España hace 39 años, lleva diez viviendo en Chile y reconoce que su viaje a este lugar del mundo significó para ella también un viaje al descubrimiento de una cosmovisión distinta, una forma de entender el mundo, la naturaleza y el cuerpo.

¿Cuál es para ti la importancia de trabajar la autogestión del goce?

Primero nos ayuda a conocernos. Nos educan para una sexualidad heterosexual, con varones y centrada en la genitalidad y en la penetración. Pero nos dicen, por otro lado, que nosotras no nos toquemos nuestra vulva, entonces hacen que nuestro placer sexual dependa de otro. Si yo no me conozco, ¿cómo la otra persona me va a poder dar placer? Si yo puedo gestionar mi sexualidad voy a saber bien lo que me gusta y lo que no, no voy a depender de otro ser, y también evito malos momentos como, por ejemplo, estar con alguien por una carencia, porque tengo lívido, tengo ganas de disfrutar y no me voy a acostar con cualquiera porque yo misma me puedo dar a placer.

Por otra parte, pienso que cuando una tiene sexo consigo misma no se arriesga a tener infecciones, bueno sí que puede haber un riesgo de infecciones si se usan objetos externos que una se introduce en la vagina, pero es más difícil contagiarse de enfermedades y el embarazo está totalmente de lado. Gestionarse el placer siento que es súper importante porque físicamente genera muchos beneficios, mejora la salud del corazón, del estado de ánimo, la claridad mental.

¿Cómo son los talleres? ¿Qué temáticas abordas?

Cuando yo hago talleres de sexualidad empezamos viendo la anatomía porque muchas mujeres jamás se han mirado entre las piernas, muchas mujeres han ido al ginecólogo, la matrona, les han visto, les hacen exploraciones, han tenido sexo con otras personas que han visto su vulva, que se la han tocado y todo, pero realmente no conocen su anatomía y creo que es importante conocerla, saber qué es cada parte, cuáles son sus funciones, etc. Entonces empiezo por ahí, además que vivimos en una sociedad muy racional, en la cual estamos bastante desconectadas de la intuición y del sentir, entonces como trabajamos tanto desde la mente, yo empiezo dando la explicación para que la mente lo entienda y de ahí pueda abrirse a otras experiencias.

Luego vamos identificando cada parte de la zona genital, conociendo sus características y hacemos una autoexploración para que cada una conozca sus labios internos, labios externos, las diferentes glándulas los distintos orificios, el clítoris, sus características, etc. Hablamos de las funciones del clítoris específicamente, de distintas formas de gestionar la sexualidad, también hablamos sobre la eyaculación femenina que también es un tema bien desconocido.

Según el grupo se pueden hacer prácticas de autoplacereado, porque bueno hay mujeres que no están dispuestas compartir este espacio de autodescubrimiento, pero hay otras que sí están dispuestas a descubrir en grupo, no quiere decir que se vayan a estar mirando unas a otras, de hecho se suele armar un espacio donde cada una lleve un pareo o un pañuelo, algo, para que cada una pueda armarse como una pequeña carpa y tener su espacio de intimidad. Entonces, aunque estamos todas en círculo, en ese momento cada una tiene su espacio íntimo para verse, para tocarse, para sentirse, para redescubrirse y luego después de esa experiencia se vuelve al círculo en descubierto para compartir su experiencia”.

“A las mujeres las educan para ser lineales y estables, pero por nuestra naturaleza somos cíclicas, y conocer esa naturaleza nos hace querernos y aceptarnos, y de ahí también empieza todo un viaje hacia otro conocimiento de la sexualidad».

¿Qué es lo más importante para poder alcanzar una buena experiencia ahí?

Una cosa muy importante para trabajar temas de sexualidad es estar presente, partiendo por eso, estar presente física y mentalmente porque si me estoy tocando y estoy pensando en el trabajo pendiente, no voy a estar realmente conectada. Entonces creo que cuando una se va a masturbar, primero hay que trabajar en la presencia, en llegar al acá y al ahora, y todo nuestro organismo es sexual.

Vivimos en una sociedad donde la sexualidad la ha centrado en la genitalidad y se ha olvidado del resto del cuerpo; en las películas, por ejemplo, llegan dos personas, se besan y ya están tirando. Cero caricias, cero jugar con los sentidos, con el tacto, con el gusto. La boca y la vagina están unidas física y energéticamente, entonces cuando yo estoy jugando, cuando estoy estimulando el gusto, cuando de repente se juega con los labios y demás, también se está estimulando la vagina.

¿Qué consejo nos darías a las mujeres para masturbarnos?

Que se den el tiempo, que no lo hagan apuradas, que se den el tiempo de tener varias horas para estar consigo mismas y reconocerse. Que sea un momento que entren a explorar toda su corporalidad, las distintas sensaciones, que toquen todo su cuerpo con distintas cosas, puede ser pasando una tela suave, con plumas, con frutas, con sus propias manos y que descubran las sensaciones de su cuerpo y poco a poco vayan estimulándose a través de estas sensaciones y luego entren a estimular su vulva, su vagina, su clítoris, su glándula parauretral, que lo hagan sin pretensiones, disfrutando del momento, y así conociéndose ellas, al momento que estén con otra persona, da igual sea hombre o mujer, van a poder guiar a la otra persona para que pueda ser una relación íntima, una relación sexual mucha más placentera para ambos porque también ocurre que muchas mujeres no tienen orgasmos porque no se conocen porque las han enseñado que es malo tocarse, que es malo sentirse, porque se han centrado en la sexualidad en el compartirse con otra persona, no con una misma.

 

 

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