Los otros fallos del Tribunal Constitucional que afectaron las reformas

Durante la tarde de ayer el Tribunal Constitucional (TC) determinó como inconstitucional el artículo 63 de la Reforma Educacional, que determina que los controladores de las universidades no pueden ser instituciones con fines de lucro. Lejos de ser esto una novedad, el rol que cumple el organismo en la elaboración de las leyes se ha transformado en el centro del debate, ya que al menos tres proyectos emblemáticos del segundo Gobierno de Michelle Bachelet han sido modificados por esta institución durante los últimos meses.

Entre estas polémicas decisiones se encuentran la inconstitucionalidad de la titularidad sindical en la Reforma Laboral, el rechazo de las facultades normativas y sancionatorias en la propuesta de fortalecimiento al Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) y la inclusión de la objeción de conciencia institucional en la Ley de Aborto en Tres Causales. Todas estas decisiones han generado duras críticas respecto a la representatividad que tiene un organismo así y si realmente es una institución que vela por la estabilidad jurídica o, por el contrario, es una tercera cámara.

Stefan Larenas, presidente de la Organización de Consumidores y Usuarios (Odecu), se refirió al fallo en contra del fortalecimiento de las facultades del Sernac, afirmando que “actuó como una tercera cámara y todo el debate que tuvimos durante casi cuatro años fue en vano”.

Por otro lado, Elena Dettoni, vocera en Chile de la Coordinadora Ni una Menos, afirmó que el TC, en el caso de la objeción de conciencia institucional respecto al aborto, se dedicó a deshacer acuerdos.

Durante la semana pasada el tema se posicionó nuevamente en el debate público cuando la senadora Jacqueline Van Rysselberghe, quien también es presidente de la UDI, declaró que en caso de incluirse a los menores de edad en el Proyecto de Ley de Identidad de Género, acudiría ante este organismo.

Rolando Jiménez, vocero del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), en conversación con la Radio JGM, afirmó que esta institución en este momento no tiene la representatividad necesaria para tomar este tipo de decisiones. “No hemos legitimado una tercera instancia, no está en la institucionalidad”, disparó el activista.

Sobre este tema la opinión de los especialistas, al igual que la de la ciudadanía en general, está dividida, pero hay consenso al afirmar que existe disconformidad respecto a su funcionamiento.

Hablamos con la abogada y licenciada en ciencias políticas Ana María García, docente de derecho constitucional en la Universidad de Chile, quien nos dijo que es necesario tener organismo que fiscalicen que la constitución se esté cumpliendo en las leyes que se promulguen.

Es importante plantear en este momento del debate hasta qué punto la constitución que tenemos es realmente representativa. Nuestro marco normativo, aunque tenga sustanciales modificaciones al original creada en dictadura, fue reformada en un periodo en que los parlamentarios fueron elegidas a través del sistema binominal.

Una visión más crítica la aportó el doctor en derecho Javier Couso, quien criticó la manera en que se designa a los ministro del Tribunal Constitucional. Apuntó a la carrera que tienen los representantes designados por el presidente Piñera (el presidente del TC, Iván Aróstica, y María Luisa Brahn), agregando que hay países donde se exige mayor rigurosidad en el prestigio de los juristas para conformar este tipo de organizaciones.

El abogado agregó que también existen problemas en los mecanismos de acción del tribunal, afirmando que las modificaciones deberían ser posteriores a la aplicación de esta. Recomendó tomar como ejemplo el sistema que tiene la Corte Suprema de Estados Unidos que “no tiene control preventivo, sólo a posteriori: una vez que la ley ya está andando”.

Por último, es bueno recordar que para modificar las competencias del Tribunal Constitucional se requeriría un acuerdo entre tres cuartos del congreso. Sumándole a esto el poder que tiene el Presidente de rechazar estos cambios, durante los próximos años no se ve muy probable un cambio.