Los días cruciales para miles de inmigrantes en la frontera de Estados Unidos

Escrito por el noviembre 29, 2018

El lunes 19 de noviembre, miles de inmigrantes llegaron a Tijuana, ciudad mexicana ubicada junto a la frontera con Estados Unidos, con la esperanza de atravesar al país del norte y solicitar asilo. Se trató de un éxodo que durante semanas el mundo ha seguido con atención, no solo porque se trata de personas, en su mayoría de Honduras, que escapan de la violencia, sino también por las intenciones del presidente norteamericano, Donald Trump, de impedir su ingreso al país.

Desde ese día hasta hoy, las miles de personas solicitantes de refugio se han visto enfrentadas a la negativa del gobierno estadounidense de permitirles el acceso. Los motivos serían que entre los migrantes, se encontrarían miembros de bandas delictivas.

Sin embargo, los problemas no solo han sido que Estados Unidos ha rechazado cumplir con sus compromisos de ayuda humanitaria, sino también el mismo gobierno mexicano ha devuelto a 1.906 solicitantes de asilo a sus países de origen. En este sentido, la llegada de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), a la presidencia de México, el próximo 1 de diciembre, ha generado grandes interrogantes sobre como será el actuar del nuevo gobierno sobre este tema. AMLO deberá decidir si permite el tránsito a los migrantes, respetando los acuerdos internacionales sobre el trato a solicitantes de asilo, o si por el contrario, priorizará una buena relación con Trump y cortará la llegada a los centroamericanos.

La respuesta al Sueño Americano

A pesar de la polémica que significa cortar el paso a personas que se han visto obligadas a escapar producto de la violencia, la Casa Blanca ha señalado que no pretende ignorar sus tratados de ayuda humanitaria. Donald Trump ha indicado que cualquier persona que haya ingresado de forma ilegal a Estados Unidos, estará imposibilitada de pedir refugio en su país y será deportada.

Debido a la cantidad actual de solicitantes, 8.247 según el gobierno de México, se estima que podrían demorarse más de dos meses en lograr que sus solicitudes sean sometidas a análisis, lo que tampoco garantiza el acceso al país.

Sumado a lo anterior, resulta también digno de considerar el apoyo que el actual gobierno Méxicano, bajo las ordenes de Enrique Peña Nieto, a las políticas estadounidenses, a través del Instituto Nacional de Migración de México (INM). Mediante dicho organismo, se ha estado deportando a todos quienes han sido detenidos intentando cruzar de manera irregular.

Sin embargo, donde ha quedado demostrado de la forma más evidente lo crítico de la situación, es en la orden de Trump de utilizar al ejército para asegurar la frontera, señalando incluso que contempla cerrar totalmente la conexión con México si es que la situación no se controla. Para esta misión, autorizó a sus fuerzas a disparar en «caso de ser necesario».

Si bien no se han tenido reportes de disparos, la prensa hondureña ya habla de al menos 7 muertos, aunque se desconocen los detalles de su fallecimiento. En cuanto a lo que si se tiene confirmación, es el uso de bombas lagrimógenas contra hombres, mujeres y menores que se encuentran al borde de la valla que separa México de Estados Unidos en algunas partes de la frontera.

Esta situación, ha provocado que grupos de migrantes estén considerando la posibilidad de regresar a sus países producto de la violenta respuesta que han recibido a la hora de intentar cruzar, e inclusive se habla de recurrir a una huelga de hambre en caso de continuar la inflexibilidad de Washington.

Las Naciones Unidas por su parte, ha señalado que se debe evitar una politización de la situación de las personas migrantes, sin embargo no se han referido sobre la normativa internacional que el gobierno estadounidense ha vulnerado, y que hace suponer una precarización mayor de los ya vulnerables procesos de asilo en los países desarrollados.

Crédito Imagen: Voces Mesoamericanas

 

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