LAS MUNICIONES UTILIZADAS POR FUERZAS ARMADAS Y CARABINEROS

Escrito por el octubre 25, 2019

Durante estos días, las imágenes de personas heridas durante las manifestaciones que han explotado a nivel nacional se han tomado las redes sociales. Para poder actuar de la mejor manera posible ante el impacto de estas municiones, es necesario poder diferenciarlas: identificar el tipo de proyectil es clave para entregar la atención de primeros auxilios adecuada.

por Josefa Montes / Fotografías de Diego Ríos

LAS ARMAS: FUSILES Y ESCOPETAS

La escopeta antidisturbios es un arma habitual de las Fuerzas Especiales de Carabineros, utilizada principalmente para disuadir con proyectiles no letales.

La escopeta utilizada por las Fuerzas Armadas también es antidisturbios. En la fotografía es posible apreciar la munición (perdigón de goma) en el chaleco antibalas de uno de los conscriptos, quien además carga un fusil.

El segundo tipo de armamento se trata de un fusil de asalto Galil ACE, un arma que podría ser letal si carga balas con punta (…).

En la fotografía se puede ver con mayor detalle la distribución de armas y otros elementos disuasivos que portan las Fuerzas Armadas, como gases antidisturbios y más perdigones de goma.

LAS MUNICIONES

El elemento disuasivo más común es el perdigón. En el caso de los perdigones de goma (cartucho azul), son municiones de plomo recubiertas de goma. El segundo objeto es un cartucho roto de perdigones de acero. El tercer elemento es un aparente proyectil sin identificar.

Estos sacos de tela rellenos de arena son disparados al cuerpo como elemento disuasivo. No son letales, pero pueden dejar hematomas.

Esta es una bala de 5.56 x 45 mm recubierta de plástico. Es el tipo de munición que se puede disparar con el fusil Galil ACE que portan las Fuerzas Armadas.

Cabe destacar que ninguna de estas municiones encontradas de día en los lugares de concentraciones y manifestaciones en Santiago es letal a larga distancia. Sin embargo, los perdigones de escopeta antidisturbios tienen el potencial de ser letales a quemarropa, es decir, si son disparados a menos de medio metro de distancia. En el caso de la munición de bala de 5.56 del Calil ACE, la distancia se amplía a los dos metros.

Adicionalmente, cualquiera de estas municiones disparadas hacia el tronco superior y rostro puede matar a una persona. De acuerdo a Interferencia, hay 60 casos de daños oculares graves y el balance del Colegio Médico apunta a más de mil manifestantes heridos, más de la mitad por perdigones.

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