La revolución sueca: El país que recicla el 99% de su basura
Escrito por Daniela del Solar el mayo 17, 2019
El 17 se mayo se conmemoró el día del reciclaje a nivel internacional, fecha que nos invita a reflexionar sobre la importancia de esta práctica en miras a nuestro futuro. Los residuos que generamos en nuestro diario vivir se están convirtiendo en un tema de preocupación para toda la comunidad internacional por lo problemas que ocasiona su mala gestión, por ello varios países han buscado maneras de dar solución al alza de acumulación de basura en vertederos. Suecia se ha vuelto un ejemplo global en materia de gestión de residuos al punto que se ha denominado la «revolución del reciclaje» a su sistema cuyo objetivo es reducir por completo la generación de basura.
Los desperdicios se han vuelto un problema ambiental de grandes proporciones y la gestión de éstos no es un tema sencillo. La acumulación en vertederos hace que generen gases de efecto invernadero, como el metano, que contribuyen a la contaminación de la atmósfera y con ello al aumento de la temperatura del planeta. A su vez, los basurales merman la calidad de vida de las comunidades que viven en sus cercanías, que suelen ser de escasos recursos por la propagación de enfermedades y plagas. Otros problemas mayores son la llegada de los residuos al mar y con ello la contaminación de los océanos o los deslizamientos de tierras donde se encuentran basurales que han tapado calles y viviendas con desechos. En otras palabras, es urgente que los países tomen acciones para reducir la cantidad de basura que llega a los vertederos y, en medida de los posible, acabar con estos.
En materia de reciclaje Suecia destaca entre las demás naciones por la cantidad de basura que logra reciclar. Para los ciudadanos de este país escandinavo la sustentabilidad es tema del día a día. Como sociedad se implementa un sistema jerárquico de prioridades donde la reducción está por encima, enfocándose en educar a la población de manera preventiva. Luego la reutilización y finalmente reciclaje. Las familias e individuos suecos separan su basura dentro de sus hogares en materiales orgánicos e inorgánicos, dejando aparte aquello que pueden reutilizar, para que luego el sistema de su municipio se encargue de los residuos. Cada municipio invierte de manera diferenciada en tecnologías y técnicas nuevas para recolectar la basura y los desperdicios y gestionarlos de manera correcta.
El porcentaje de basura que no se puede reciclar va a parar a plantas incineradoras que vuelven ese material energía para abastecer a los hogares suecos con el método Waste-to-Energy (WTE). El vapor que produce la quema de basura es el que finalmente, haciendo girar las turbinas de la máquina procesadora, logra generar energía eléctrica. Este sistema resulta muy eficiente para generar energía ya que tres toneladas de basura pueden producir la misma cantidad de energía que una tonelada de aceites combustibles. Se ha llegado al punto en que el Suecia ha decidido incluso importar basura de otros países cercanos, como Reino Unido o Irlanda para generar energía de forma más barata. Como última instancia las cenizas de ese material quemado resulta en el 1% que no se logra reutilizar y que va a parar a los vertederos.
Sin embargo, el proceso de quema de basura de todos modos está bajo controversia. Hay sectores que sostienen que no se puede hablar de que el país recicle en un 99% su basura ya que incinerar no es lo mismo que reciclar. Además, a pesar de que las plantas incineradoras tienen una serie de regulaciones que hace que tengan bajas emisiones de gases contaminantes, aún así se libera contaminación y toxina en bajas cantidades. Por otro lado, se le hace la crítica de que al tener una solución rápida de «hacer desaparecer» la basura quemándola puede desincentivar el desarrollo de otras formas más sustentables de reducción de residuos. Por lo tanto, el sistema WTE puede ser una solución a corto plazo del problema de los vertederos pero a largo plazo es necesario también reducir su utilización, ya que no es del todo sustentable.
En Chile estamos bastante lejos del modelo sueco. Un informe del Banco Mundial reveló que Chile es el país que más toneladas de basura produce al año en la región, y en Latinoamérica es sólo superado por México, país que tiene más del doble de nuestro habitantes. Cada chileno en promedio produce 1,1 kilos de basura domiciliaria al día y el 80% de las familias chilenas admite no reciclar habitualmente.
La mala gestión de residuos en el país ya ha generado varios conflictos. Un ejemplo de esto fue el incendio de un vertedero en Santa Marta que levantó una nube de humo y mal olor afectando a gran parte de los habitantes de Santiago. Actualmente se estima que dos de cada 10 kilos de basura que se producen en el país van a parar a basurales que no cumplen con los estándares ambientales apropiados, lo cual implica que hay riesgo de que se contamine cursos de agua cercanos. Hace menos de un mes un centro de acopio de basura en Ancud colapsó provocando una alerta sanitaria en la Isla de Chiloé. Por otro lado, organizaciones enfocadas en sustentabilidad como la Fundación Basura Cero enfatizan en que el reciclaje debe ser una de las últimas instancias al tratar con basura y que los primeros pasos son la reducción, es decir, disminuir el consumo y luego la reutilización de lo que ya se tiene.
En este día del reciclaje vale la pena repensar nuestra manera de relacionarnos con los desperdicios.
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