Estudio evidencia desigual desarrollo de cuarentenas en regiones durante crisis sanitaria

La muestra, que se llevó a cabo entre el 4 y 8 de julio, reafirmó las inequidades que viven ocho comunas del país producto de la pandemia del COVID-19. La encuesta abarcó temas relacionados con los cambios que han tenido que atravesar las personas en ámbitos económicos y de salud, en lo que se observa como la peor crisis de desempleo en 16 años.

A principios de julio, los resultados de la encuesta “¿Cómo se vive la cuarentena en regiones?” realizada por Ipsos en colaboración con Espacio Público, reafirmaron una grave situación: las cuarentenas se viven de forma desigual en regiones. El estudio se realizó para describir cómo viven las demás regiones la cuarentena debido a la crisis sanitaria, por medio las percepciones de los encuestados relacionadas a la movilidad, el ámbito laboral y la política social.

El estudio fue elaborado en las comunas de Iquique, Alto Hospicio, Antofagasta, Calama, Viña del Mar, Valparaíso, Rancagua y Machalí, elegidas por su alta concentración de población. La muestra fue realizada a través de cuestionarios web y llamadas telefónicas, a cerca de 800 personas mayores de 18 años.

Entre los hallazgos del estudio, se observa un nivel de desigualdad importante respecto a la aplicación de cuarentenas y sus respectivas consecuencias en la vida diaria. Aquello, en un escenario facilitado por la poca cobertura del gobierno en sus políticas de protección social. Situación que fue comprobada por los datos, que ratifican que las medidas entregadas por el ejecutivo no han sido suficientes para que las familias puedan enfrentar la crisis sanitaria y económica de forma segura.

Al respecto, la directora de Asuntos Públicos de Ipsos y vocera del estudio, Alejandra Ojeda, comentó que las autoridades pudieron prever la crisis venidera. “Vimos venir la pandemia y los estragos que implicaba en materia de salud y paralización económica. En ese sentido, el gobierno no estuvo a la altura de las circunstancias”, afirmó.

Asimismo, criticó el enfoque que ha tenido el gobierno en materia de políticas públicas, sin una preparación adecuada, pues “se ha reaccionado reactivamente a las señales y en los requerimientos que van haciendo otras entidades”.

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Inequidades en materia laboral

Uno de los resultados más relevantes que entregó la muestra está relacionado con los cambios en el campo laboral y su impacto en los salarios, siendo los grupos socioeconómicos bajos de la población los más afectados; un 61% de los encuestados, correspondientes al grupo D y E, sufrió un impacto significativo en la caída de sus ingresos y el 39% tuvo que reinventarse o cambiar su actividad laboral.

 

 De acuerdo a las declaraciones de la vocera del estudio, las brechas e inequidades se han evidenciado más que nunca durante la crisis sanitaria. En sus palabras, “los niveles socioeconómicos más altos viven la cuarentena con menores riesgos y exposición y con mayores posibilidades de migrar y variar en materia laboral, pero no con el impacto tan grande que tienen los niveles socioeconómicos más bajos”, explicó Ojeda.

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Respecto a los cambios en este ámbito, el investigador de Fundación Sol, Benjamín Sáez, expuso que “existen pocas opciones y herramientas para mantener la actividad laboral en un rubro que baja su acción prácticamente a cero, como el turismo, por ejemplo”.

Cesantía en pandemia

La información recopilada por la Encuesta Nacional de Empleo (ENE) elaborada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) dio a conocer las cifras de desempleo concurridas en el trimestre marzo-mayo de 2020, reflejando una desocupación nacional de 11,2%. Este incremento de cuatro puntos porcentuales corresponde al registro más alto en 16 años.

Desde Fundación Sol, Benjamín Sáez explicó que «si lo comparamos con el mismo trimestre del año 2019, más de un millón y medio de personas pasó de la actividad a la inactividad; de una u otra manera dejaron sus actividades productivas y no están buscando empleo debido a la pandemia”.

 

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Según la encuesta, el incremento de la inactividad sería el resultado de las limitaciones de movilidad ocasionadas por la pandemia de COVID-19, alcanzado un total de 940 mil personas cesantes.