«Estamos unidas, exigimos justicia»: México contra la violencia machista

Escrito por el agosto 17, 2019

Cientos de mujeres se manifestaron el viernes pasado en varias ciudades de México bajo el lema “No me cuidan, me violan”. La protesta surgió a raíz de la denuncia de una menor de edad que acusó a cuatro policías de abusar de ella, la acusación se suma a otra querella por violación que también apunta a miembros de la Policía Mexicana. En uno de los países latinoamericanos con más violencia de género se alzan voces feministas exigiendo a las autoridades que abandonen su pasividad ante el tema.

Las mujeres mexicanas están indignadas, y con justa razón. La desconfianza en la Policía y en las autoridades de gobierno se ha acrecentado en los últimos días. Dos casos de abuso sexual por parte de oficiales, con menos de 15 días de separación entre ellos, han provocado una manifestación multitudinaria en distintas ciudades del país para exigir, nuevamente, un derecho mínimo pero que les es negado a la mitad de la población: poder caminar con tranquilidad por las calles

El lunes pasado cerca de 300 mujeres marcharon hasta la procuraduría local a protestar la poca respuesta del gobierno y las irregularidades del proceso. Este viernes 16 de agosto, cientos de mujeres se manifestaron en las avenidas de varias ciudades armadas con diamantina (escarcha) rosada y pintura en spray. 

 

Jesus Orta, jefe de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, cubierto de brillos rosados después de la manifestación del lunes pasado.

La indignación estalló ante un hecho concreto ocurrido en la alcaldía de Azcapotzalco, al norte de la capital mexicana. El pasado 3 de agosto una adolescente de 17 años denunció que fue violada por cuatro policías. La joven bajó del auto de un amigo que la dejó a dos cuadras de su casa y mientras caminaba vio que un auto patrulla se acercaba, los agentes de la Policía que iban en el automóvil abusaron de ellaEl caso se suma a una denuncia previa de una menor de 16 años que acusó haber sido abusada por el policía que resguardaba el Museo Archivo de la Fotografía cuando ella realizaba su práctica profesional. En este último caso el policía ya ha sido detenido, pero los otros cuatro oficiales aún se encuentran en libertad. 

La investigación de los hechos ha tenido una serie de irregularidades que han exaltado aún más los ánimos. Se filtró la carpeta de investigación donde iban datos que debían mantenerse privados como el nombre de la víctima, sus declaraciones y otras informaciones que llegaron a los medios. A su vez, el Ministerio Público en Azcapotzalco no siguió el protocolo establecido para casos de violación, dejando pasar cuatro días para aplicar los exámenes genéticos, lo que hace más difícil que se  tenga toda la evidencia para imputar a los culpables. La menor violentada ya ha declarado tener miedo por posibles represalias y duda de ratificar su denuncia. Por otro lado, las declaraciones de las autoridades han sido contradictorias. La alcaldesa de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, afirmaba que seis efectivos habían sido suspendidos de sus funciones mientras que, horas antes, el vocero de la fiscalía local había dicho que los sospechosos todavía no eran identificados.

«Se tienen todos los instrumentos legales para garantizar el debido proceso, pero vemos que muchas veces la misma autoridad es la que viola los propios procedimientos». Afirmó la diputada mexicana, Ana Patricia Báez.

La violencia de género en México presenta cifras alarmantes. En Ciudad de México tan sólo el primer semestre de este año se han registrado 118 asesinatos de mujeres, sin embargo sólo el 16% de éstos, es decir 19 casos, han sido investigados bajo la figura de feminicidio, asesinato a una mujer por el hecho de ser mujer. Además, en lo que va del 2019, van 369 denuncias de violencia sexual en la capital. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México estima que menos 10% de los delitos de violencia de género se denuncian por lo que la violencia contra las mujeres que se lleva a cabo es aún mayor. «Nosotros sabemos que esa cifra puede ser mayor, ya que en este país aún no se ha cimentado la cultura de la denuncia, y se criminaliza y estigmatiza la denuncia por violencia sexual.» Dice Nashieli Ramírez, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de Ciudad de México (CDHCM).

 

VIOLENCIA DE GÉNERO EN AMÉRICA LATINA

Según datos del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe, en el año 2017 más de 2.795 mujeres fueron asesinadas, sólo contando femicidios cometidos por una pareja o ex pareja, que es lo que la tipificación legal de la mayoría de los países de la región toman en cuenta. Esos datos dejan fuera a todas aquellas mujeres que no mantenían una relación conyugal o de pareja con su agresor. A su vez, la región es considerada por la ONU la zona más violenta del mundo para las mujeres fuera de un contexto de guerra. Los asesinatos por razón de género son la culminación de una serie de actos violentos que en América Latina suelen ser vistos como parte de la vida de las mujeres, en especial en contextos de minorías étnicas y/o baja condición socioeconómica.

La violencia contras las mujeres en algunos países se ha convertido en una crisis severa. En Honduras, El Salvador y Guatemala dos de cada tres mujeres asesinadas mueren a causa de su género, sólo por ser mujeres.

Chile se encuentra en cuarto lugar de quienes presentan la tasa más baja de femicidios en la región. Sin embargo, eso se traduce en 0,7 mujeres muertas a la semana, que no deja de ser un número inquietante. Más preocupante es que las cifras parecen lejos de disminuir, ya que en los últimos años se han mantenido. En lo que va del año ya se han cometido 42 femicidios. En en cifras oficiales serían menos ya que la normativa chilena (ley 20.480) sólo considera como femicidios «el homicidio cometido contra la mujer que es o ha sido cónyuge o conviviente del autor del crimen», por lo tanto el delito queda circunscrito al ámbito de las relaciones sentimentales. Queda pendiente trabajar el concepto de femicidio de forma más amplia, ya que los asesinatos por motivos de género se extienden más allá de las relaciones de pareja.

«Entre el 25 y 30 por ciento de los femicidios cometidos en Chile son ejecutados por hombres que no tenían ningún tipo de vínculo con la mujer» Afirma Lorena Astudillo, vocera de la organización Red Chilena de Violencia Hacia las Mujeres.

VIDRIOS ROTOS POR SOBRE VIDAS

En varios medios de comunicación mexicanos se le ha dado mucho más énfasis a la violencia de la manifestación y los actos vandálicos que a los motivos de la protesta y el debate por la seguridad de las mujeres. La agresión a un periodista, Juan Manuel Jiménez -agredido por un hombre que posteriormente fue expulsado por las manifestantes- , las paredes rayadas y vidrios rotos fueron lo que más captó la atención de la prensa. A su vez, los conflictos con algunos hombres que no quisieron abandonar el lugar luego de que les habían pedido que se marcharan.

 

Claudia Sheinbaum, la jefa de Gobierno de Ciudad de México, calificó la protesta del viernes como una «provocación» e informó que iniciará una investigación de las agresiones a periodistas, personas y los daños a edificios públicos. Es preocupante que el foco de las comunicaciones y las autoridades esté puesto sólo en la violencia de la manifestación y no en la violencia que sufren a diario las mujeres en el país, en especial si tomamos en cuenta que, según la cifra de ONU Mujeres, en México se cometen 9 femicidios diarios. De momento las autoridades mexicanas siguen brillando por su ausencia.

 

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