¿Dónde viven hoy las familias desalojadas de la Toma 17 de mayo?

Escrito por el octubre 30, 2024

Hace casi 3 meses, a un costado de la Costanera Sur en Cerro Navia, Carabineros desalojó la Toma 17 de mayo. Esto después de que en octubre del 2023 la Corte Suprema anunciase la orden con un plazo máximo de seis meses para el desalojo. Hoy, muchas de esas familias se encuentran sin una solución habitacional que los ampare.

Por Doménico Zanoccom y Akun Pichunman

María Leonor y Soledad recuerdan el día del desalojo frente al lugar de lo ocurrido. Ellas, al igual que varias familias y pobladores de la toma, viven hoy al otro lado de la calle, donde se establecieron en una decena de rucos. Hacia el centro de las carpas existe un espacio común, una larga mesa hace de comedor y de reunión para las familias. A un costado, “Leo” y “Mami Sole”, como les dicen sus cercanos, buscan en su teléfono videos del desalojo; imágenes y recuerdos de la Toma 17 de mayo.

Mientras buscan los videos, mencionan que no han vuelto a pisar el sitio que fue su hogar durante cinco años. El sitio se extiende al otro lado de la Avenida, apenas a unos 30 metros, pero ahora separado por una zanja. Leonor encuentra las imágenes, numerosos fragmentos de lo ocurrido ese 16 de mayo. Fue un operativo gigantesco. De acuerdo con Carabineros, el desalojo contó con la presencia de más de 400 funcionarios, además de un comando de patrullas, guanacos y zorrillos.

Los videos transcurren, son varios y contienen distintas perspectivas de lo ocurrido. En éstos se ve el ingreso de Carabineros, la consecuente resistencia y represión. Luego, en la tarde, un incendio comienza a extenderse por las viviendas. En las imágenes se observa la intervención de maquinaria pesada. Excavadoras encargadas de la «barrida» del terreno y de la construcción de la zanja. Estos videos, disponibles en la cuenta de Instagram de los vecinos, @cooperativa17dmayo, muestran la conclusión de un desalojo comenzado ya hace tiempo atrás.toma 17 de mayo

El desalojo

A las 7:00 de la mañana del jueves 16 de mayo Mami Sole, acababa de terminar su turno de guardia en el “punto 3” de la toma. Según relata, hizo guardia de 7 de la tarde hasta las 7 de la mañana. A esa hora salió del punto y le dijo a su compañera que la relevara.

Llegó a su casa. Fue al baño y el WhatsApp sonó como tres veces… En su mente siempre cuando el WhatsApp suena muchas veces es algo urgente… Lo tomó y vio que una compañera dijo: “nunca había visto tanto paco en mi vida, salgan”. Es el desalojo.

Se pone el pijama, sale a la calle y empieza a correr con un palo golpeando las latas.

— ¡Levántense!, ¡es el desalojo!, ¡es el desalojo!

En el portón va caminando una vecina con sus dos niñas y su niñito de la mano, saliendo para la escuela. Mami Sole le grita:

— ¡No salgai!

Abre el portón y piensa: “Esto es una guerra…”. Entonces cae la primera bomba lacrimógena. El niño se desvanece. Lo toman en brazos y corren hacia atrás.

Para esa fecha quedaban aproximadamente 50 familias viviendo en La 17 de mayo, de las 187 que habitaban el lugar en un inicio, según el catastro de la Municipalidad de Cerro Navia. Otras 136 familias habían decidido irse porque se acogieron a los subsidios de arriendo transitorios. Las que permanecieron, optaron por resistir y quedarse frente al lugar en el que vivieron por más de 5 años.

La vida en la toma

María Leonor llegó a la Toma 17 de mayo en 2019 junto a sus tres hijos: Raymond, Afrodita y Leónidas. Su experiencia previa en el campamento de Lo Castillo, dos décadas atrás, contrastaba radicalmente con lo que encontró en esta nueva comunidad.

La Toma 17 de mayo se erigió como un refugio, una «población cerrada» que daba prioridad a la seguridad y al bienestar de los niños. El asentamiento contaba con canchas, una escuela y comedores comunitarios.toma 17 de mayo

La presencia de voluntarios externos enriqueció la vida en la toma. Profesores ofrecían reforzamiento escolar y talleres, mientras que el profe Tomi y la tía Yessenia organizaban clases de fútbol, campeonatos y paseos. «Mis hijos les decían ‘los tíos cuicos’, porque hablaban distinto», recuerda Leonor cariñosamente.

Ella explica que cuando alguien llegaba a vivir a la toma, se les pedían sus papeles de antecedentes por resguardo de los niños, por lo que gente extraña no entraba. «Acá no es como lo pintaban, acá no había droga, no había narco, homicidas, delincuentes, nada».

Los inicios fueron duros. Llegaron en invierno, sin luz ni agua, viviendo en carpas. La ayuda provino principalmente de estudiantes y organizaciones externas; durante ese tiempo el gobierno y la municipalidad no se hicieron presentes. «Cada clavo, cada tabla de nuestras casas, lo compramos nosotros».

Un conflicto abierto

El 17 de mayo del 2019, alrededor de 187 familias decidieron ocupar este sitio eriazo, lleno de basura e inutilizado. El terreno constituye una porción de un predio privado llamado La Engordita ubicado a un costado de la Avenida Costanera Sur en Cerro Navia, paralela a las aguas del río Mapocho. En realidad, como tal, fue durante más de 15 años un basural urbano según los residentes de la zona.

Los pobladores de la toma se encargaron de limpiarlo, construir sus casas, una cancha, un comedor comunitario y una escuela.

En octubre de 2023, la Corte Suprema dictaminó el destino definitivo de la Toma 17 de mayo. Acogiendo los argumentos de María Hortensia Guzmán Nieto, dueña del terreno, el máximo tribunal ordenó el desalojo del lugar. La sentencia estableció un plazo de seis meses para el desmantelamiento completo de la ocupación, el cual luego de una prórroga se fijó como fecha límite el 23 de mayo de 2024.

Hoy muchas de esas familias se encuentran sin una solución habitacional que los ampare. Según cuentan vocerías de la toma, los albergues fueron gestionados el mismo día del desalojo, por lo que muy pocas familias se pudieron ir. La mayoría pasó esa noche en la calle.toma 17 de mayo

Otro grupo importante ya se había ido con anticipación de la toma. Según declaraciones del alcalde de Cerro Navia, Mauro Tamayo, en Radio ADN, la situación de la Toma 17 de mayo se encontraba reconocida en el Programa de Asentamientos Precarios del Ministerio de Vivienda, el cual ha catalogado oficialmente este lugar como campamento. Esta designación da pie a acceder a asistencia gubernamental, incluyendo la posibilidad de beneficiarse con subsidios habitacionales.

Hoy la ex toma es un terreno destinado a la construcción del proyecto Parque industrial Cerro Navia Verde. Según cuentan los vecinos, intentaron comunicarse con la familia Guzmán Nieto, pero no hubo respuesta. Señalaron que no hubo voluntad desde el Municipio para intervenir como interlocutores con la familia Guzmán Nieto, para posibilitar pisos de comunicación.

Al cierre de esta crónica, la Municipalidad de Cerro Navia no respondió a nuestras solicitudes de información sobre la gestión y el desalojo de la Toma 17 de mayo. Desde el municipio se nos instruyó a dirigir nuestras consultas al Servicio de Vivienda y Urbanización (Serviu).

Solución transitoria

De acuerdo con el informe del Serviu, 136 grupos familiares optaron por acogerse a los subsidios transitorios de arriendo. Este beneficio consiste en un aporte mensual de 336 mil pesos durante un año, con la particularidad de que los tres primeros meses se entregan al inicio para cubrir el mes de garantía. Otras familias, como las que hoy viven en los rucos, piden una solución que les garantice estabilidad en el tiempo.

La postura de Leonor y de las personas que aún viven en los rucos es la de resistir. Piden un terreno para vivir. “No importa que sea más chico. Pero un lugar donde sepamos que no nos van a desalojar, que no nos van a echar. Eso es lo que necesitamos los que estamos acá. Porque por algo estamos acá”.

Hoy los vecinos de la ex Toma 17 de mayo se sienten desplazados y olvidados. La brecha entre las expectativas de los pobladores y las políticas habitacionales vigentes plantea un desafío complejo. Mientras las autoridades ofrecen medidas transitorias, las familias esperan una solución que responda a su derecho a la vivienda.

A la fecha, un número importante de familias desalojadas de la Toma 17 de mayo aún no ha encontrado una solución habitacional definitiva, ya que de las cerca de 200 familias que hubo en un principio en la toma, fueron solo 136 las que optaron por los subsidios. ¿Cuál será el futuro de las familias desalojadas de la Toma 17 de mayo?


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