Diputado Andrés Giordano: «Va a tener que ser la gente la que defienda hasta las últimas estas transformaciones»

En medio de su segunda semana en el Parlamento, el ex dirigente del primer sindicato de Starbucks en el mundo recibió a la Radio JGM para conversar sobre los desafíos de un Congreso empatado que dificulta las transformaciones, y cómo espera que su vínculo con los movimientos sociales impacte en su trabajo legislativo.

Andrés Giordano (35), diputado independiente electo en cupo de Revolución Democrática (RD) por el distrito 9 (Cerro Navia, Conchalí, Huechuraba, Independencia, Lo Prado, Quinta Normal, Recoleta y Renca), recibe a la Radio JGM en medio de su segunda semana como parlamentario.

Giordano, ex dirigente sindical que estuvo trece años al frente del primer sindicato de Starbucks en el mundo, dejó recientemente su trabajo como barista y asumió el desafío de representar en la Cámara los intereses de sus electores, con especial énfasis en lo relativo al trabajo y a la seguridad social, los temas que han marcado su carrera.

Meses antes de ser electo diputado, ya había intentado sin éxito ser constituyente, también en la bancada de Apruebo Dignidad (AD), pero ocupando un cupo de la Federación Regionalista Verde Social (FRVS).

El también fotógrafo y músico ha sido parte del movimiento No + AFP y fue vocero de la Primera Línea Sindical, una coordinadora de trabajadores que reúne a más de 35 sindicatos a lo largo del país.

Hoy, desde su oficina en el Congreso, Giordano asegura que “entrar a este espacio es algo vertiginoso. La institucionalidad es, en cierto sentido, bastante oligárquica. Pero nosotros tenemos los pies en la tierra y queremos seguir siendo un instrumento para que este espacio, que le ha dado muchas puertas en la cara al movimiento social, se pueda abrir, democratizar, y los trabajadores y sindicatos puedan tener un voto, una voz que realmente les represente”.

Puedes escuchar esta entrevista completa en el podcast Oír Para Creer:

• Mencionabas que, como trabajador organizado, tu posición política usualmente ha venido desde la impugnación. Sin embargo, ahora entras al parlamento en el momento en que tu coalición llegó al poder. ¿Cómo se ha dado ese paso de impugnador a formar parte del gobierno?

Buena parte de nosotros ha estado acostumbrado a ser oposición la vida completa, desde la cuna, entonces es un tremendo remezón. Pero creo que es una buena noticia. Tengo bastantes esperanzas puestas en el gobierno de AD porque dentro del proceso de construcción del programa –que es muy ambicioso- pudimos tener influencia, de manera tal que demandas sociales por las que muchas y muchos veníamos peleando por mucho tiempo están contenidas en el programa que esperamos llevar a cabo.

Ahora, no lo tenemos fácil. Personas de AD que ya llevaban un período en el Congreso te lo dicen: “Llega a verse con mejores ojos la composición anterior”, porque quedó muy equiparado. Ciertas fuerzas de extrema derecha hoy tienen una mayor representación, que no sé si es sintomática de lo que se vive en nuestra sociedad, pero sí quizás del descrédito que tiene el Congreso como institución, que es algo que nosotros esperábamos transformar, dándole legitimidad desde nuestro quehacer.

Las promesas de campaña pueden ser muy atractivas, pero lo que importa hoy es que podamos cumplir la promesa de reducir la jornada a 40 horas, la de terminar con las AFP y tener verdadera seguridad social, subir el sueldo mínimo a 500 mil pesos… Entonces para eso hay que hacer un trabajo muy importante de coordinación con el gobierno y, bueno, por lo menos nosotros esperamos estar a la altura de lo que venimos desarrollando desde los movimientos sociales.

• Considerando la composición tan empatada del Congreso, ¿crees que haya espacio para entrar a conversar y llegar a acuerdos, por ejemplo, en materias laborales o en el proyecto de 40 horas?

El desafío que tener un Congreso tan empatado nos propone es que las propuestas que estamos tratando de implementar –no solo las que va a presentar el Ejecutivo, sino también las propias- tengan legitimidad social. Eso va a hacer posible que exista un ánimo de construcción al interior del Congreso.

Mi sensación es que, hoy en día, las 40 horas son una demanda transversal de la sociedad -no estoy pensando en ejes políticos ni en la composición del Congreso-. En la medida que exista una defensa de las 40 horas o de la necesidad de tener un sueldo digno, que haya presión social, va a hacer posible ponerlo “en tabla”.

Creo que por ahí está la clave para nosotros, yo suscribo esa tesis: va a tener que ser la gente la que defienda hasta las últimas estas transformaciones. Si no, ningún gobierno transformador puede triunfar en un modelo tan complejo como el que tenemos, al menos mientras tengamos la Constitución de Pinochet vigente.

«Soy un diputado independiente y tengo súper claro de dónde vengo»

• Cuando eras candidato a la Convención por cupo de la FRVS mencionaste que “era razonable aceptar la invitación de la lista de AD para competir”, pero que “al provenir directamente de la organización social tenías diferencias programáticas con los partidos del pacto”. ¿Cuáles son esas diferencias programáticas? Hoy, como diputado de la bancada de AD, ¿las mantienes?

No me acuerdo del contexto en el que di esa cuña, pero creo que quienes hemos disputado espacios institucionales, viniendo del movimiento social, nos encontramos con un sin número de dificultades para llevar a cabo las demandas que se vienen gestando por años en esas organizaciones. Y creo que en eso, la política tiene una deuda con los movimientos.

En particular, yo creo que existe un avance, hay una recogida por parte de AD de una serie de demandas sociales y empieza a haber una organicidad que permite recogerlas de una manera mucho más concreta.

Ahora, eso no quita –y por algo soy un diputado independiente, tengo súper claro de dónde vengo- que puedan existir diferencias en la forma en que se implementen o discutan medidas que puedan representar esos anhelos. Por ejemplo, como militante de la Coordinadora No + AFP, estoy seguro de que cuando tengamos la discusión sobre el sistema de pensiones vamos a tener diferencias.

Creo que va a haber una nueva configuración acerca de cómo logramos esa convivencia entre esta institucionalidad de gobierno con los movimientos sociales, que tienen muchas expectativas, pero también una legítima desconfianza por cómo han visto todos estos procesos por el costado. Son movimientos que tuvieron esperanzas cuando llegó la democracia y se vieron traicionados; o con otros gobiernos de centroizquierda, en los que terminó predominando una forma más elitista de hacer política.

Yo creo que todo eso está cambiando, y por ahí a lo mejor las diferencias se pueden ir matizando, pero de que van a existir, van a existir. Y es legítimo que las tenga y las exprese, ese es mi rol: no soy un vocero de gobierno, soy un parlamentario electo en base a una experiencia histórica en el movimiento social y en base a las necesidades de un distrito popular. Espero que las diferencias no sean un problema, sino que permitan construir mejores propuestas.

«Queremos construir una agenda con mucho vínculo con los distintos actores»

En la Cámara, Giordano asumió un puesto permanente al interior de las Comisiones de Trabajo y Seguridad Social, y Deportes y Recreación. La primera, un “intransable” para el diputado, dada su trayectoria sindical. Deportes, en tanto, “un tema ligado a la organización comunitaria en nuestro distrito, donde creemos que podemos tener un impacto”.

En todo caso, el ex barista enfatiza que las ideas que quiere promover en su período legislativo no estarán solamente ligadas al trabajo de ambas instancias, sino enfocadas en su relación con los diversos movimientos sociales.

“Por ejemplo, tenemos un interés y una colaboración profunda con los trabajadores de la salud, para ver todo lo que significa crear un nuevo modelo de salud que de garantías plenas donde no importe el tamaño de tu billetera. Con las y los trabajadores de la Fenpruss trabajamos un proyecto llamado ´La salud que soñamos´”, declara.

• ¿Cuáles serían los principales proyectos que te gustaría empujar desde tu espacio?

De partida los que entendemos que van a ser prioridad del Ejecutivo en materia laboral: la reducción de la jornada laboral a 40 horas; el reajuste del salario mínimo –que lo entendemos no como un guarismo, no se trata de llegar a una cifra, sino de que de una vez por todas tengamos una política salarial vinculada a la necesidad de las familias, y no a cuánto estén dispuestos a tironearse entre el Ejecutivo y la oposición-.

Ahora, a eso queremos agregarle otras cosas, en las que entendemos que podríamos tener sintonía con el Ejecutivo y esperamos tener su patrocinio.

Queremos robustecer las condenas y las multas para prácticas antisindicales, darle un enfoque que sea verdaderamente restrictivo. Por experiencia propia, las acciones que realizan los empleadores en contra del derecho a la negociación colectiva tienen penas que son un chiste.

Es más barato para la empresa pagar la multa que respetar la libertad sindical. Una idea que barajamos es que la multa no sea la misma para una Pyme que para una multinacional, porque la multa que hoy está tipificada puede tener un impacto en la Pyme, pero para un gigante del retail no provoca lo mismo.

También tenemos varios proyectos en mente que estamos viendo con organizaciones sociales para seguir avanzando en la línea de la co-parentalidad. Avanzar en la concreción de un sistema nacional de cuidados que permita reconocer que las labores domésticas o de cuidado no son un problema privado, sino público, y que son trabajo. Y además de eso, tenemos comprometido avanzar, junto con las organizaciones de salud de nuestro distrito, en un hospital para el Distrito 9.

Son cuestiones que no dependen netamente de nosotros, pero que vamos a hacer todos los esfuerzos para ponerlos en agenda. Ese es nuestro rol como parlamentarios de un sector geográfico del país, pero también de un sector social y de un sector que ha tenido experiencia organizacional. Queremos conjugar esos tres factores, y a partir de eso construir una agenda con mucho vínculo con los distintos actores del distrito y nacionales, que puedan aportar a darle esa legitimidad social que es clave para avanzar con cualquier proyecto.

• Y en cuanto a la idea del quinto retiro, ¿estás a favor o en contra?

Yo creo que la discusión es un poquito más compleja. No me opongo a que se discuta, me parece que lo mínimo que democráticamente podemos hacer como parlamentarios es abrirnos a la posibilidad de discutirlo.

Pero acá, primero tenemos que ver como el gobierno ejecuta una planificación para atender las necesidades de quienes siguen asfixiados por los efectos de la pandemia.

En segundo lugar, atender qué hacemos con las miserables pensiones que hoy tienen las y los jubilados, que siguen recibiendo por debajo del salario mínimo y que no se van a ver beneficiados con más retiros. Eso hay que tenerlo súper claro, no está la respuesta. No se acaban las AFP con los retiros. Por el contrario, se hace mucho más difícil pensar en un nuevo modelo. Eso también hay decirlo y no se ha hecho, porque está instalado el eslogan del quinto retiro.

Lo tercero, que también hay que poner sobre la discusión para que todos manejemos las variables y veamos si es viable o no un quinto retiro: ¿Qué pasa con quienes ya no tienen más que retirar? Buena parte de los cotizantes hoy no tienen plata que retirar, y eso es un problema no solo por el hecho de retirarla, sino de qué pasa con sus jubilaciones en el futuro.

Cuando fue el desgobierno de Piñera los retiros fueron inminentes. Yo viví de los retiros, así como del seguro de cesantía porque también me aplicaron la ley de protección del empleo. Entonces tengo muy clara la necesidad, y si todavía hay gente que se sigue viendo impactada, creo que hay que desarrollar políticas públicas para ir en su ayuda.

Si eso es el quinto retiro, tiene que ponderarse con estos factores, pero hay que tener una discusión honesta y, antes, hay que ver si el gobierno tiene un plan que permita asistir específicamente a las personas que lo pueden estar necesitando.