Des-monumentalización: ¿Cómo entender la profanación de monumentos durante la Revuelta octubre?

Escrito por el octubre 18, 2021

La Revuelta de octubre puso en evidencia una crisis estructural que se vio reflejada en la protesta popular. Una de sus expresiones fue la profanación de monumentos patrimoniales, ligados a diversas dominaciones y colonialismos, por parte de los manifestantes. La des-monumentalización abrió interesantes debates sobre cómo entender el significado profundo que encierra el gesto de mancillar un símbolo.

des-monumentalización en Chile, crédito: Autora

Durante las primeras tres semanas del levantamiento popular de octubre , decenas de monumentos fueron derribados o intervenidos a lo largo del país evidenciando que la crisis también remecía al plano de la representación simbólica. No solo se llevó a cabo de manera espontánea, también, se trató de una acción dirigida contra emblemas de tipo genocida, militar, colonial y patriarcal.

De esta manera, se conoció de la destrucción de una escultura de piedra de la figura de Cristóbal Colón en Arica, o del reemplazo en La Serena de la estatua del militar de la Colonia, Francisco de Aguirre, por el de una mujer diaguita o, cómo olvidar la cabeza de Dagoberto Godoy colgada en la mano de la estatua de Caupolicán en la ciudad de Temuco.

Estatua de Caupolicán, Temuco. Créditos Interferencia.cl

El fenómeno no solo fue local. Las profanaciones a símbolos del colonialismo y el racismo se dieron en las diversas manifestaciones en Latino América y también en el mundo. Sobre todo a partir de la muerte George Floyd  el ciudadano afrodescendiente asesinado por un policia estadounidense en la ciudad de Mineapolis.

El monumento histórico es una categoría declarada dentro de lo que conocemos como Patrimonio, entendido como un conjunto de bienes, materiales e inmateriales, acumulados en el tiempo y considerados valiosos para las personas. Por este motivo son objeto de protección jurídica.

Las interrogantes sobre quiénes han levantado este patrimonio, sobre qué criterios, qué significa su profanación en la Revuelta de octubre y cuál debería ser el destino de estas piezas, forman parte de un debate que cobró fuerza a partir de las manifestaciones del 2019 y que inspiró más de una iniciativa orientada a recordarnos que los monumentos  a pesar de ser objetos, no permanecen inertes en el imaginario de los pueblos.

¿Patrimonio de quién?

La coordinadora del Área de Interpretación Patrimonial del Archivo Central Andrés Bello y Doctora en Historia, Ariadna Biotti, cuyo trabajo consiste en investigar el sentido de conservar las piezas que del archivo desde el punto de vista de la interpretación histórica, explicó cómo se ha levantado el patrimonio a nivel local.

 

Ariadna Biotti, Dra en Historia e Investigadora

«Lo que más tenemos son representaciones que han sido consideradas monumentales, y de tal forma, han sido valoradas, exhibidas, alabadas, queridas y cuidadas por una parte reducida de la sociedad«

En ese sentido, la  investigadora agregó que los monumentos no son elementos neutrales sino que actúan como «herramientas que han perpetuado gustos, valores y ciertas necesidades históricas y discursivas de los grupos dominantes de acuerdo a sus visiones políticas. Han estado al servicio del patriarcado  y de la sociedad neoliberal y capitalista que constituimos al día de hoy», declaró.

«Lo que más tenemos son representaciones que han sido consideradas monumentales, y de tal forma, han sido valoradas, exhibidas, alabadas, queridas y cuidadas por una parte reducida de la sociedad»

Del mismo modo, el artista visual, gestor de arte comunitario e investigador Cristian Inostroza, agregó que los monumentos corresponden a los representantes de la historia oficial y coincidió en el  carácter patriarcal, militar y de dueños del país que representan a un sector minoritario de la población en desmedro de muchos sectores.

Cristian Inostroza, Artista visual e Investigador

Para el artista visual y curador del Festival Periférica hablar de des-monumentalización es también  hablar de profanación, «porque el pueblo profana lo sagrado del poder y relativiza esta historia oficial. Una historia oficial que oculta y desprecia nuestras historias borroneadas y que hoy, son motivo de orgullo”, declaró.

«El pueblo profana lo sagrado del poder y relativiza esta historia oficial. Una historia oficial que oculta y desprecia nuestras historias borroneadas y que hoy, son motivo de orgullo»

Monumentos incómodos

Ubicado en el centro de la protesta, en la plaza que se rebautizó con el nombre de Dignidad, el monumento al General Baquedano fue el que más imágenes significativas nos otorgó hasta su remoción en marzo de este año. Hoy se encuentra en restauración en el taller privado que, el escultor y  académico de la Facultad e Artes de la Universidad de Chile, Luis Montes, mantiene junto a su padre Luis Montes Becker.

Sobre el destino de la estatua las entidades a cargo de la restauración entre las que cuentan, el Comité la Subsecretaria de Patrimonio, el Consejo Nacional de Patrimonio y el Centro Nacional de Conservación y Restauración, buscan que el proceso contemple la mantención de las capas que dan cuenta de la expresión ciudadanas a partir del 18 de octubre. La pregunta que salta es, para hacer con ella ¿qué?

Créditos: Esperanza «sin cadenas»

De forma similar, Ariadna Biotti explicó que no resulta contradictoria la idea de entender los monumentos como espacios legítimos de disputa dónde las demandas populares se hagan patente, y a la vez, se trabaje por su preservación. La historiadora explicó que todo aquello forma parte de la historicidad de la pieza.

En tanto, Cristián Inostroza reflexionó sobre los esfuerzos de mantener en el patrimonio la figura de genocidas. El artista defendió «bajar de estos pedestales a estos próceres que más que ser imágenes de orgullo patrio en realidad son los autores de lo que sufrieron nuestras familias, de la discriminación, la segregación racial y de clase. No sé qué sentido tiene resignificar un monumento a un genocida. Yo fundiría el bronce y lo vendería por kilo», propuso el artista visual.

Camino a la des-monumentalización

El ánimo de discutir sobre los nuevos significados impulsados a partir de octubre de 2019 hizo que durante este tiempo surgieran diversas iniciativas que mantienen vivo el debate. Surgió la cuenta de Instagram “Monumentos INcómodos”, con casi 27 mil seguidores en la que se reflexiona el monumento y sus intervenciones populares en el mundo.

Por su parte un conjunto de organizaciones mapuche entre las que cuenta la Plataforma Política Mapuche, hizo llegar una carta en agosto de este año a la Municipalidad de Santiago. En ella solicitaron discutir la demanda de organizaciones mapuche que exigen la remoción del monumento de Pedro de Valdivia ubicada en la Plaza de Armas de Santiago, entre otras cosas porque su mantención representa negacionismo en contra del  pueblo originario.

El vocero de la organización, Alihuen Antileo explicó que se trata de una demanda del pueblo mapuche levantada hace décadas y que cobró fuerza a partir de 18 de octubre. Antileo aclaró que, «el primer interés es removerlo y luego, que se haga el ejercicio de pensar en un espacio público que convoque democráticamente a las personas». Y agregó:

Alihuen Antileo, vocero Plataforma Política Mapuche

«Pedro de Valdivia fue juzgado en tribunales mapuche y encontrado culpable de graves crímenes. Lo cuenta nuestra historia, que él para salvar su vida ofreció irse de Chile, en un acto de interés personal. Tenerlo ahí, es una violencia simbólica, una afrenta para nuestro pueblo»

Respecto al monumento en sí, el vocero de la organización mapuche relató que la pieza fue donada por la comunidad española cuando el Estado chileno cumplió 150 años. Y agregó que, producto del apremio del momento, debieron usar un caballo destinado para un monumento al dictador español Francisco Franco.

Organizaciones mapuche exigen remoción de monumento a Pedro de Valdivia ubicado en Plaza de Armas

Antileo llamó a apoyar la iniciativa firmando un formulario, y se refirió al destino de la controvertida pieza. «Soy de la idea que si alguna comuna se lo quiere llevar que lo haga. Hay otras propuestas que hablan de fundir la estatua y transformarla en otra, en una de Lautaro o de Janequeo,  nuestra comandante en jefe del ejercito mapuche, por ejemplo», propuso.

Repensar lo patrimonial 

Repensar el patrimonio; destruirlo como una forma simbólica de hacer justicia; preservarlo con todas sus huellas; transformarlo en un símbolo nuevo y representativo; discutir su producción, son posturas que conviven en un momento en el que, como señaló Inostroza, convive lo destituyente, lo constituyente y lo instituyente también.

A pesar de la diversidad de propuestas acerca del destino de lo patrimonial, las personas entrevistadas coincidieron en asegurar que lo que hoy tenemos como patrimonio fue levantado en su mayoría por la clase dominante para sus propios fines. Y que, en ese sentido, le corresponde a los pueblos repensar su origen, su función, así como también, en nuevas formas de representación cultural.

 

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