“Declaración de Santiago +30”: Resoluciones del Día Mundial de la Libertad de Prensa 2024

Escrito por Radio JGM el mayo 9, 2024

La declaración de Santiago +30 pone en tensión a los Estados y organizaciones como actores clave en el ejercicio del Periodismo en Latinoamérica y el Caribe.

Por Rafael González

El pasado sábado 4 de mayo finalizó la trigésima primera Conferencia del Día Mundial de la Libertad de Prensa, la cual tuvo por lema: «Prensa para el planeta: El periodismo ante la crisis ambiental». El evento contó con ponencias de importantes personalidades y brindó instancias para discutir el estado actual de la libertad de prensa, discusiones que dieron forma a los postulados que hoy figuran en la declaración “Santiago + 30”.

Esta declaración, firmada por entidades periodísticas de América y Europa, busca dar respuesta a muchas de las inquietudes que aquejan hoy a periodistas y medios por igual. Entre ellas encontramos la actual crisis de desinformación, las amenazas que enfrenta el periodismo medioambiental, la falta de pluralismo en medios y los desafíos que todavía presenta el cumplimiento de la equidad de género.

La declaración de Santiago 2024 inicia con una comparación con su predecesora de 1994, creada en el marco del “Seminario sobre el desarrollo de los Medios de Comunicación y la Democracia en América Latina y el Caribe”. De aquí se desprende que han surgido nuevos desafíos y oportunidades con la masificación del internet, teniendo hoy nuevas tecnologías de la información y la comunicación, redes sociales y una avanzada inteligencia artificial.

Tras esta introducción, las entidades periodísticas hacen un llamado de responsabilidad a los Estados, las organizaciones intergubernamentales, las empresas de tecnología y a los medios de comunicación y el periodismo, en su condición de figuras esenciales para el correcto flujo de la libertad de prensa.

El llamado a los Estados es el de fomentar la existencia de un panorama mediático libre, independiente y diverso; facilitar a la ciudadanía acceso a información de calidad; evitar el discurso y las narrativas de polarización política; proteger a periodistas y medios de comunicación de amenazas, ataques y violencia; establecer mecanismos para garantizar el libre flujo de la información; apoyar la sostenibilidad de los medios de comunicación y del periodismo independiente; brindar herramientas a las personas para que participen en comunidad y velen por los derechos humanos; alentar políticas públicas para equilibrar las negociaciones entre medios de comunicación y empresas de tecnología y finalmente promover la alfabetización mediática, digital y las habilidades de pensamiento crítico.

A las organizaciones intergubernamentales se les solicita continuar colaborando con organizaciones profesionales e institutos de investigación sobre la situación actual de los medios de comunicación; apoyar proyectos para la financiación y sostenibilidad económica del periodismo; coordinar esfuerzos para crear programas de capacitación, de protección y seguridad para periodistas y finalmente incentivar a los gobiernos, plataformas digitales y
medios de comunicación para que creen programas de alfabetización mediática y digital.

Las empresas de tecnología tienen la responsabilidad de transparentar sus políticas y decisiones de moderación de contenido; fomentar la existencia y profundización de modelos colaborativos con los medios de comunicación; prevenir prácticas comerciales que perjudiquen a los medios de comunicación y al periodismo independiente y finalmente establecer prácticas de transparencia sobre protección de datos personales, privacidad y, en particular, sobre el uso de sus algoritmos.

Por último, los medios de comunicación y el periodismo tienen el deber de mantener la independencia ante las presiones políticas y comerciales; sostener su compromiso con la búsqueda de la verdad, la calidad, la transparencia y el interés público; reforzar sus políticas de inclusión; crear protocolos eficientes de seguridad para dotar a periodistas con herramientas para su protección física, digital y emocional; utilizar mecanismos eficientes de verificación para combatir la desinformación; identificar más herramientas de viabilidad financiera y finalmente considerar que un periodismo de cobertura local es esencial para la participación de la ciudadanía y la rendición de cuentas de quienes brindan servicio público.