Debate presidencial U. Chile: de tibias propuestas al «show pobre»

El día de hoy se celebró un nuevo debate presidencial en el edificio Casa Central de la Universidad de Chile. Éste contó con la presencia de siete de los ocho candidatos, siendo Sebastián Piñera el único ausente en la discusión. El debate buscaba responder a la interrogante “¿qué país queremos para el futuro de las y los chilenos?” a través de preguntas realizadas por diez premios nacionales de distintas áreas del conocimiento.

Así, cada interlocutor tuvo la oportunidad de realizar un máximo de dos preguntas, todas repartidas entre los candidatos a través de un sorteo. El financiamiento de la política, la descentralización, conflicto y deuda histórica con el pueblo mapuche, corrupción política, colusión empresarial, AFP’s y Educación fueron los grandes temas tocados a lo largo del debate.

El azar llevó al candidato por el PRO, Marco Enriquez-Ominami, a responder la pregunta de la periodista María Olivia Monckeberg. Ésta le consultó por el oscuro financiamiento de la política y por una democracia hipotecada al dinero. Ley de primaria obligatoria, la pérdida del cargo por financiamiento irregular y el financiamiento público de la política a través de impuestos fue la respuesta del líder del progresismo.

En tanto, a la candidata de la Democracia Cristiana, Carolina Goic, le tocó la pregunta hecha por el sociólogo Manuel Antonio Garretón, quien indagó en los mecanismos a utilizar por la abanderada para la conformación de una Nueva Constitución. Goic reconoció la necesidad de una nueva carta magna y se declaró partidaria de un sistema mixto constitucional.

El candidato del Partido País, Alejandro Navarro, fue interrogado por sus propuestas en materia de consumo de alimentos no sustentables, tales como la carne y los embutidos. Navarro propuso un impuesto a las comidas grasas y procesadas, así como también educación y fomento económico para la alimentación sana. Cuestionado también por el conflicto en la región de la Araucanía, el senador apoyó la restitución de tierras para el pueblo mapuche.

«Sin la derecha y sin la izquierda». Así aseguró el candidato por la Unión Patriótica, Eduardo Artés, en la jornada, el abanderado afirmó que todos los partidos existentes son participes y avaladores del sistema capitalista, cuestión que imposibilita lograr un cambio profundo en la desigualdad chilena. De esta forma, el profesor Artés declaró a la ciudadanía como su único aliado.

El candidato independiente José Antonio Kast fue el único postulante a la presidencia dentro del debate que comparte y profesa una ideología derechista. En su discurso final, lamentó la ausencia de Sebastián Piñera, alegando que juntos habrían hecho quedar mal al resto de los candidatos. Consultado por la desigualdad, Kast aseguró que los culpables eran los operadores políticos y no una mala repartición.

Por su parte, la candidata del Frente Amplio, Beatriz Sánchez, disparó duramente contra el gran empresariado. Consultada por las malas prácticas en el mercado, tales como la colusión y los monopolios, Sánchez prometió una mayor y más rigurosa fiscalización de los negocios. Además, propuso un intenso apoyo a pymes y alianzas cooperativas.

Inversión en tecnología y restitución de tierras Mapuche fueron los temas a tratar para el candidato de la Fuerza de Mayoría, Alejandro Guillier. Sobre tecnología, el periodista y senador prometió aumentar gradualmente la inversión hasta llegar a dos puntos del PIB. Respecto al conflicto en la Araucanía, Guillier descartó el terrorismo en la región y apoyo la restitución de tierras.

Estos fueron los principales temas a tratar en un debate que no estuvo ausento de polémicas. A una dura discusión entre Guillier y Enriquez-Ominami por temas de ingreso económico y vivienda se le sumó un fuerte encontrón entre Artés y Kast, donde el candidato de la UNA trató al ex-UDI de «fascista estúpido». Superado el impasse, se dio cierre al debate en la casa central de la Universidad de Chile entre aplausos y cánticos de los diferentes comandos presentes.