Colectivo Tetas Tristes: “con autonomía, la mujer puede mover su propia obra”

En el marco de la “Feria Literaria Feminista: Pedro Lemebel y Gabriela Mistral”, actividad que se realizó en la primera semana feminista de la Universidad de Santiago (Usach), las autoras de historietas del Colectivo Tetas Tristes dieron a conocer su trabajo autogestionado desde la mirada del género y sexualidad. 

por Constanza Romero Lecourt

Hablar de sexualidad, género y feminismo todavía cuesta  en nuestra sociedad. Bien lo saben las chicas del Colectivo Tetas Tristes, que han querido visibilizar y educar a las personas sobre temáticas de género, feminismo y no sexismo a través de las historietas que autoproducen y publican en redes sociales.

Sin embargo, es importante recalcar que no todo el camino ha sido fácil para ellas. El mundo de la ilustración en Chile históricamente ha estado dominado por hombres y las editoriales no dan luz verde a proyectos que atraviesen la frontera de lo políticamente correcto.

Por otro lado, Internet les ha permitido abrir un espacio importante para difundir y publicar sus trabajos, pero la censura también ha llegado hasta estos espacios que parecieran ser más democráticos. Facebook muchas veces ha cerrado la cuenta de este Colectivo,  por lo que han tenido que recurrir a otras plataformas como Tumblr o Twitter.

Colectivo Tetas Tristes.

Katherine Supnem, feminista y creadora del Colectivo Tetas Tristes, explicó que como una forma de dar frente a la censura optaron por autopublicarse y empoderarse como mujeres para mover su propia obra, sin importar las restricciones y adversidades. 

La organización femenina sube historietas constantemente y además, asisten a diversas ferias o exposiciones para dar a conocer sus cómics. Pero también, generan convocatorias para que mujeres o transgéneros puedan compartir sus dibujos sobre temas como aborto, acoso y masturbación femenina.

Katherina Salazar hace cómics desde pequeña y fanzines desde hace 10 años. Con las historias sobre feminismo y género partió después, ya que no estaba muy imbuida en el tema. Con el tiempo fue autoaprendiendo sobre feminismo, lo que hizo que se cuestionara ciertos paradigmas de nuestra sociedad.

La historietista Salazar criticó la industria nacional del cómic, ya que existen muchos prejuicios sobre todo hacia las mujeres y porque el dibujo tiene que ser necesariamente bien hecho, sino es una creación mala y que la gente no las adquiere.

Katherina Salazar.

Por esta razón, es que ella defendió la libertad de poder crear libremente y que el autoeditarse cumple un rol fundamental para poder difundir su mensaje, por medio de las historietas. De esta forma, las autoras pueden apartase de la institución y publicar sin temor a la censura, o que lucren con sus propias obras.

Todas las publicaciones del Colectivo Tetas Tristes son echas mano. Pueden ir desde una edición más precaria, a una más profesional. Los materiales que utilizan son de bajo costo, como tapas de cartón pintadas con acrílico, acuarelas, pintura digital, timbres esculpidos a mano y papel de fotocopia, en su interior. El otro tipo de cómic es el formato fanzine, hecho de papel couché e impresión digital.

Hace ocho años que Victoria Rubio publica cómics en Internet. Fue ahí donde dió a conocer su historieta másconocida, Lesbilais. Con la ayuda y colaboración de sus compañeras comiqueras comenzó a autopublicar sus fanzines hace cinco años.

Victoria Rubio.

Al llegar al mundo de la autopublicación, se dio cuenta de que era un mundo mucho más libre y que las editoriales no son para cualquiera, menos para gente pobre, por lo que para ella era un nicho casi imposible. Sin embargo, no sólo fue complejo producir sus trabajos. También recibió mucho rechazo, insultos y discriminación en ferias de historietas.

Hace poco, el Colectivo Tetas Tristes fue invitado a un evento de historietistas en Brasil, país que tiene una mayor cultura en perspectivas de género. A diferencia de nuestro país, los cómics más importantes son acerca de gays y lesbianas, temas que para los brasileños no genera incomodidad porque las otras sexualidades tienen un espacio instaurado en la su sociedad y en el discurso de la vida diaria.

Historietas de Tetas Tristes.

No sólo las comiqueras buscan desarrollar su trabajo libremente, fuera de las restricciones y censuras. Son todos los gays, trans, lesbianas que desean también reivindicar su lugar, que nuestra sociedad les ha despojado, ubicándolos en una posición marginal a lo largo de la historia. Posición desde la que siguen trabajando para ocupar el mismo lugar de las mayorías: el espacio que también les corresponde.