Chiloé exige cortina sanitaria ante precariedad del sistema de salud

Escrito por el marzo 18, 2020

Diversas organizaciones sociales y la comunidad médica de la zona hacen el llamado a cerrar todos los pasos hacia el archipiélago, con el fin de evitar el ingreso de la pandemia. «Si llega a pasar este contagio exponencial dentro del territorio insular, la catástrofe será mayor a la del continente», señaló Juan Carlos Viveros del Movimiento Defendamos Chiloé. 

Al mediodía de este miércoles 18 de marzo el presidente Sebastián Piñera decretó Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe en todo el territorio nacional, con una vigencia de 90 días a partir de las cero horas de este jueves, debido al aumento sostenido de casos de coronavirus.

Esto significa que durante el transcurso de los próximos días, se tomarán medidas con el objetivo de prepararse para lo que traerá el Covid-19. Sin embargo esta iniciativa fue declarada como insuficiente para las organizaciones sociales y movimientos de la isla de Chiloé, quienes exigen una cortina sanitaria para mar, tierra y aire, debido a que el sistema de salud es precario y no están contemplados los factores de riesgo de la isla.

Juan Carlos Viveros.

El vocero del Movimiento Defendamos Chiloé, Juan Carlos Viveros, indicó que «para nosotros el escenario no cambia nada. En Chile somos más de 3.700 islas y más del 13% de la superficie nacional corresponde a territorio insular. No existen políticas públicas de salud para emergencia de este tipo«.

«Queda en evidencia la precariedad y abandono que vive el territorio insular. Nosotros necesitamos políticas públicas, equipamientos, especialistas, servicios en salud, consultorios, hospitales. En este momento en Ancud hay solo un equipamiento técnico de respiración artificial y en Chiloé hay diez. Si llega a pasar este contagio exponencial dentro del territorio insular, la catástrofe será mayor a la del continente», denunció.

Esperanza de vida

De acuerdo a los datos entregados por el Censo 2017, en las diez comunas que integran la isla, los adultos mayores corresponden a más de ocho mil habitantes, los cuales son el grupo de mayor riesgo de la población ante el Covid-19.

Si a esto sumamos las carencias en materia de salud, el panorama es adverso. Por ello han exigido una cortina sanitaria con el fin de prevenir el contagio masivo, más aún cuando todavía no se registra el primer caso. Para ello se contempla cerrar los puertos, el aeropuerto y el Canal del Chacao. «Si no hay resolución, tal vez tengamos que hacer un cierre total. La gente lo pide porque hay mucho miedo», comenta Viveros.

Esta semana el diputado Liberal por la zona, Alejandro Bernales, ingresó junto a otros representantes, el proyecto de resolución para solicitar al Presidente tomar medidas de cierre en islas y archipiélagos. El documento, que fue aprobado por la cámara, contempla Chiloé, Juan Fernández, Rapa Nui, Tierra del Fuego y Melinka, entre otros.

«Es urgente que se tomen medidas (…) y de esta manera evitar posibles colapsos en la asistencia de salud pública debido a la falta de camas y ventilación mecánica«, se informa. Asimismo, se solicitó tomar la temperatura a quienes ingresen al territorio insular, como la sanitización permanente de vehículos y barcazas.

Puente de la discordia

Es de conocimiento público que la licitación y construcción del Puente Chacao ha sido controversial desde sus inicios. Si bien la población se ha manifestado innumerables veces en contra de esta megaestructura, el presidente Piñera se niega a cortar lazos con Hyundai, con quienes además ha tenido dificultades por las cláusulas del contrato.

La población insiste en que escuchen sus demandas, esto se ve reflejado en la encuesta del Centro de Estudios Sociales de Chiloé en 2014, cuando se licitó el proyecto, y en donde se deja en manifiesto que 86,12% de los habitantes creen que los recursos se pudieron haber invertido en necesidades más urgentes, como la salud.

Para Juan Carlos Viveros con el financiamiento total del puente, que asciende a los 600 mil millones, se podrían construir los hospitales de Ancud, Quellón y Queilen.

«Esto muestra una aberración completa de políticas públicas, que hemos denunciado durante cinco años. Dada esta emergencia sanitaria, que pone en riesgo la vida de las personas y los servicios de salud de nuestro archipiélago, se ha mostrado una verdad: en Chiloé no necesitamos un Puente Chacao, y una de las medidas inmediatas que debiese tomar el gobierno es la muerte del Puente Chacao y el destino de esos fondos a servicios de salud«, sentenció.

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