Central Las Arcillas consumirá 5 litros de agua por segundo en una zona de escasez hídrica

Escrito por el abril 25, 2018

Por unanimidad fue aprobada por el Servicio de Evaluación Ambiental el pasado lunes la central Las Arcillas en la localidad de Pemuco. El proyecto, presentado por la empresa Engie, produciría 480 MW de potencia neta, implicando la instalación de un gasoducto de 16 km más una línea de transmisión de 4,3. Además, la central contempla el uso de 5 litros por segundo de agua en una zona donde la población se ve obligada a abastecerse mediante camiones aljibes.

Uno de los puntos que llama la atención de la aprobación a la central es la ausencia de voces de la ciudadanía en el proceso. Jaime Saavedra, dirigente del Comité Pemuco Sin Termoeléctricas, logró entrar a la sala, donde solo le fue permitido un tiempo de cinco minutos para poder explicar el rechazo de la ciudadanía al complejo proyecto termoeléctrico.

Junto a la exclusión inicial de voces ciudadanas en la comisión expositora, Saavedra acusó al municipio y a las empresas involucradas de coercionar la participación ciudadana en agrupaciones medioambientales.

En términos medioambientales, la instalación de la central Las Arcillas implicaría una sobreconcentración de termoeléctricas de impacto considerable en la zona. Para Andrés Parada, vocero del comité Bulnes sin Termoeléctrica, la situación es insostenible considerando la cercanía del proyecto a otras centrales en una región que desde el 2014 cuenta con 25 preemergencias ambientales.

De acuerdo a Parada, la falta de preocupación en las empresas por la contaminación del medio ambiente obedece a la posibilidad de compensación, la cual permite que las penas sean menores que las ganancias a la hora de afectar a las comunidades y la naturaleza.

Desde la Coordinadora Penco-Lirquén también criticaron la aprobación de la central en desmedro de la voz de la ciudadanía y los efectos para ella. Leonardo Jara, vocero de la agrupación y testigo de un proceso similar en la aprobación del proyecto Octopus en Penco, consideró que estas acciones tienen como único objetivo beneficiar a la creciente industria energética a gas y no a la ciudadanía.

La oleada de proyectos energéticos obedece, según Jara, al plan del Gobierno de transformar a Chile en la “batería de Sudamérica” a través de la venta de energía. Para el vocero, esta idea no se orientaría al desarrollo económico y social de la región del Bio-Bio, sino al enriquecimiento de empresas a costo de la calidad de vida de los ciudadanos.

A pesar de la aprobación, las distintas agrupaciones se muestran con algo de tranquilidad de cara al futuro, ya que para que las centrales termoeléctricas en base a gas puedan funcionar, se requiere de la construcción de un terminal de Gas Natural Licuado.

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