Cementerio General aumenta cupos ante posibles fallecidos con Covid-19
Escrito por Edgar Pfennings De la Vega el mayo 8, 2020
La habilitación de tres mil sepulturas por indicación del Gobierno es lo que mantiene ocupados a los trabajadores del cementerio recoletano. Los funerales se siguen haciendo, pero con estrictas condiciones de seguridad, mientras una de sus funcionarias se encuentra en cuarentena por sospecha de Covid-19. Así se vive el aumento de casos de coronavirus en el principal cementerio de la capital.
Este martes se iniciaron cuarentenas totales en tres nuevas comunas de la capital: Cerrillos, Quilicura y Recoleta; esta última es sede del Cementerio General, uno de los principal camposantos de Chile. Aunque en un principio el Gobierno anunció que los cementerios seguirían funcionando a pesar del confinamiento obligatorio, desde la administración de este recinto recalcaron que no recibirían visitas mientras dure la cuarentena.
De los 210 funcionarios que trabajan en el Cementerio General, cerca de veinte son sepultureros que realizan sus labores en grupos de a dos, ayudados por los “grupos de apoyo”, que son ocho trabajadores más que colaboran directamente en el momento del entierro.
“Así que no tendríamos… esperemos que no tengamos problemas. Eso es lo que estamos todos esperando: que no se eleve la cifra”, reflexiona Luis Yévenes, representante del sindicato del cementerio.
Los funcionarios aun no han sido informados de algún plan especial de contingencia para el cementerio de Recoleta, en caso que el número de fallecidos por coronavirus aumente.
A pesar de esto, desde la semana pasada un grupo de trabajadores está concentrado en levantar cuatro patios de tierra para lograr habilitar un total de 3 mil sepulturas solicitadas por la Seremi de Salud tras enterarse que solo había 1.400 disponibles. Según indicaron desde el cementerio, esta cifra fue solicitada a todos los recintos del país.
Funerales restringidos
Desde que se decretó Estado de Emergencia comunal en Recoleta, el 16 de marzo, el Cementerio General tomó las primeras medidas preventivas. Aunque por las características de sus servicios sus trabajadores tuvieron que seguir asistiendo presencialmente, seis de ellos con enfermedades preexistentes fueron enviados a sus casas. El resto comenzó a aplicar un sistema por turnos, asistiendo día por medio.
Desde esa fecha también se comenzaron a restringir las visitas en ciertos horarios. Desde la administración anunciaron que durante la cuarentena en la comuna, los únicos servicios disponibles son los trámites, funerales y velorios. Estos últimos desde el 16 de marzo no han podido superar las veinte personas.
Según la información que maneja la Federación de Trabajadores de Cementerios Municipales, estas condiciones se están aplicando en alrededor del 60% de los cementerios del país.
Por su parte, la subsecretaria de Prevención del Delito, Katherine Martolrell, este miércoles se retractó de la medida de excluir a los cementerios de las cuarentenas y ordenó que la prohibición de visitas será obligatoria durante este fin de semana por ser el Día de la Madre, fecha que concentra un alto número de asistencia a estos lugares.
La crisis sanitaria nos exige un mayor compromiso social. Las restricciones de movimiento vigentes son sacrificios necesarios para proteger la vida de todos. El cierre de cementerios este fin de semana del #DíaDeLaMadre busca evitar aglomeraciones y prevenir contagios #Covid_19 pic.twitter.com/K2z0NoCw36
— Katy Martorell Awad (@katymartorell) May 7, 2020
«Rompieron una reja y entró toda la gente del cotejo»
Producto de estas medidas de seguridad, los funcionarios del Cementerio General sufrieron problemas de seguridad ante asistentes a cortejos fúnebres que se negaron a respetar las restricciones sanitarias.
Luis Yévenes relata: “Algunos guardias fueron agredidos porque no dejaron entrar más de la cantidad de gente que lo que dice el protocolo del cementerio, que son máximos veinte personas. Cerraron las puertas y estos gallos comenzaron a forcejear con los guardias hasta que al final lograron cerrar las puertas, pero se metieron por otro lado del cementerio. Rompieron una reja y entró toda la gente que venía con ese cortejo”.
Tras este incidente los trabajadores reclamaron mejores condiciones sanitarias ante la posibilidad de contagios por el contacto con la gente. Según relatan los trabajadores, la administración ha facilitado todo lo necesario para su protección.
“Han comprado elementos de protección, nosotros igual hemos insistido en algunos que no estaban y se han ido comprando, como guantes, mascarillas, estos buzos blancos y todas esas cosas por el tema de las sepultaciones de las personas que fallecieron de Covid-19”, explica Yévenes.
Además, en el procedimiento de las sepulturas de personas fallecidas con coronavirus las carrozas están llegando hasta el lugar del entierro para evitar que se pueda propagar el virus. Antes este vehículo llegaba hasta la entrada del cementerio y desde ahí se llevaba el cajón en un carro.
Una trabajadora en cuarentena
Además de los funcionarios, existen más de 300 cuidadoras que, a pesar de que no hay visitas, siguen asistiendo. Una de ellas es la primera trabajadora del Cementerio General sospechosa de coronavirus. Su hija y su sobrina dieron positivo están diagnosticadas con el virus, por lo que se vio obligada a estar en cuarentena.
El confinamiento de esta cuidadora comenzó hace una semana y no se han registrado trabajadores que presenten síntomas. Anteriormente hubo dos funcionarios que fueron sospechosos, pero tras realizarse los controles descartaron que estuvieran contagiados.
Al ser consultados sobre el número de fallecidos que han podido constatar, desde el sindicato indicaron que las cifras de funerales se han mantenido normales: “Estamos dentro de los rangos normales, que son entre diez y veinte funerales diarios. Eso no ha variado. En el mes de agosto o junio a veces sube un poquito; pero hasta ahora está todo normal”.
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