Ballenas en peligro: Chile podría perder derecho a voto en la Comisión Ballenera Internacional
Escrito por Rafael González el septiembre 6, 2024
Chile mantiene una deuda cercana a los 33 millones de pesos con la Comisión Ballenera Internacional, poniendo en riesgo su derecho a voto en iniciativas que garanticen la conservación de ballenas. El sábado 21 de septiembre vence el plazo para saldar la deuda, en donde la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura ha expresado dificultades para realizar el pago.
Por Rafael González
A inicios de septiembre, organizaciones ambientales se comunicaron con el gobierno de Gabriel Boric para agilizar el pago a la Comisión Ballenera Internacional (CBI). En menos de un mes, Chile podría perder el derecho a voto en proyectos del organismo del cual forma parte desde 1979. El hecho contrasta con las consignas de protección a la biodiversidad que han caracterizado a la actual administración.
La Comisión Ballenera Internacional fue fundada en 1946, siendo el organismo mundial encargado de la conservación y gestión de caza de ballenas. Un hecho que remeció a la entidad recientemente fue el abandono de Japón en 2018, país insignia de la caza de ballenas. Estados todavía miembros como Noruega o Islandia, han mantenido ideales similares a lo largo del tiempo.
Son tres organizaciones las que han liderado el llamado de atención al gobierno y a la sociedad: el Centro de Conservación Cetácea (CCC), el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA) y el Centro Ecocéanos. Hace una semana, estas organizaciones entregaron una carta en el Palacio de la Moneda, que tenía por destinatarios al presidente de la República y al canciller Alberto Van Klaveren.
En la carta solicitan el pago urgente de la deuda y afirman que, al carecer de derecho a voto, “la representación chilena se verá imposibilitada de impulsar y respaldar propuestas que son críticas para el futuro de las poblaciones de ballenas en el mundo”.
CAUSAS
En conversación con el director del Centro Ecocéanos, Juan Carlos Cárdenas, expresó lo insólito en la demora del pago. Nos comenta que era el Ministerio de Relaciones Exteriores quien históricamente se encargaba de cancelar la cuota de membresía, pero al contactarlos les comunicaron que la responsabilidad había pasado a manos de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca), parte del Ministerio de Economía.
Desde Subpesca, les explicaron que no cuentan con los fondos necesarios para realizar el pago a la CBI, no estando incluidos en los presupuestos heredados de la administración anterior. Tras el llamado de atención de la sociedad civil, informaron que se encuentran trabajando en coordinación con el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Dirección de Presupuestos, para definir el mecanismo adecuado y subsanar la deuda.
Cárdenas hace hincapié en las repercusiones que podría tener el no pago de la deuda, explicando que Chile quedaría sin plenos poderes para hacer efectiva su visión de conservación de los ecosistemas marinos y poblaciones de ballenas, la cual contrarresta la visión extractivista de Japón y sus aliados. “Ni siquiera en el periodo de la dictadura militar se dejó de pagar las cuotas de la CBI, porque se entiende que es un espacio estratégico en términos de soberanía”, concluye el activista.
ROL DE CHILE
Elsa Cabrera, fundadora y directora ejecutiva del CCC, explica que de no saldar la deuda todas las ballenas que recorren el país podrían verse en peligro, siendo que Chile cuenta con casi todas las especies de cetáceos del mundo en sus aguas jurisdiccionales.
En cuanto al rol que ha representado Chile en la CBI, Cabrera explica que en un principio el país no tenía una posición tan conservacionista, pero que durante las últimas dos décadas ha jugado un rol clave junto con otros países de Latinoamérica y el Caribe, conocidos como “Grupo Buenos Aires”. Conformado por once países, este bloque es una pieza fundamental a la hora de promover cambios en la comisión. Por lo tanto, la ausencia del país sería muy grave dado que empuja activamente medidas de conservación.
Desde 1986, la actual moratoria global prohíbe la caza comercial de ballenas a nivel mundial y potencias como Japón se han empecinado en debilitarla. El país nipón se ha valido de la caza científica para acabar con la vida de más de 13.000 ballenas entre 1986 a 2013, razón por la que científicos de todo el mundo han declarado que “no existe actualmente ningún estudio de grandes mamíferos que haya requerido una muestra tan desproporcionada para aprender sobre su biología y requerimientos ecosistémicos”.
La comisión sostendrá su sexagésimo novena asamblea plenaria en Lima, del 22 al 27 de septiembre, mientras la participación de Chile se mantiene en vilo.
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