Artistas mapuche y episodios racistas: «Chile ha inculcado un rechazo a los indígenas»
Escrito por Isidora Antonia De Los Angeles Asquet el agosto 11, 2020
Pese a la extensión de la crisis sanitaria en Chile, la represión al pueblo-nación mapuche no ha cesado. Frente a esta última ola de violencia racista, diferentes artistas mapuche concordaron en que la principal responsabilidad la tiene el Estado, al instalar a su pueblo en el imaginario de un «enemigo». En esa línea, reflexionaron sobre el rol de su trabajo para concientizar a la sociedad.
En medio de la crisis sanitaria, el pueblo mapuche se vio enfrentado a un nuevo ataque inédito y violento por parte de grupos armados afines a la Asociación Para la Paz y la Reconciliación de la Araucanía (APRA). La agresión se generó debido a la ocupación de las municipalidades de Collipulli, Galvarino, Angol, Victoria, Curacautín, y Traiguén en la Provincia de Malleco. Aquello en protesta por el estado crítico en el que se encuentran 27 presos mapuche en huelga de hambre.
El ataque de una horda racista a los comuneros mapuche se ha convertido en una de las situaciones más violentas de segregación racial vividas en Chile en los últimos años. En este contexto, conversamos con algunas agrupaciones culturales y artistas mapuche. Quienes alzaron su voz en contra de la represión vigente hacia su comunidad. Asimismo, expresaron su descontento frente a las autoridades y civiles que fueron parte del amedrentamiento.
Al respecto, el exponente de hip hop mapuche, Jaime Cuyanao (alias Waikil), se refirió a la situación acontecida y sobre los responsables del estallido racista. “Es culpa del Estado chileno, no tan solo del gobierno de Piñera, sino de todos los presidentes que han pasado desde el retorno a la democracia, donde no han hecho nada por validar y respetar la cultura mapuche”, explicó.
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Asimismo, la cantautora Daniela Millaleo, criticó el rol que posee el Estado en relación al desmedro de los pueblos originarios. “Chile ha inculcado a sus habitantes la idea de civilización y de barbarie, y también un rechazo a los indígenas debido a los adjetivos que se nos colocan y el terrorismo que se inculca actualmente”, apuntó.
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Por otra parte, la cantante y educadora intercultural mapuche, Karen Wenül, fue enfática en torno a la repetición de paradigmas violentos en Wallmapu. “Se veía venir hace mucho rato, y creo que esto no sorprende a nadie. Aunque el Estado es bueno para hacerse el sorprendido. Desde que crecimos está instalado en el imaginario que hay que mejorar la raza, de la división que se genera y esta supremacía de la cultura dominante», detalló Wenül.
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La música como herramienta
Los artistas de origen mapuche han tenido que saber enfrentar las dificultades que implica su origen en el ambiente musical, ya que la discriminación y los prejuicios forman gran parte de su carrera. Por lo mismo, sus creaciones son el resultado de la segregación a la que están expuestos, vistas como una posibilidad de educar y promover la cultura a través de sus letras.
Imagen de archivo
«Eso es lo que tenemos que buscar desde el arte, y especialmente en el arte mapuche. Creo que falta mucho por educar y que el arte finalmente puede abrir de alguna manera. Ya que estamos en este proceso de blanqueamiento, podemos ‘mapuchizar’”, Sostuvo Karen Wenül, al recalcar cómo el arte puede comunicar a través de la empatía y la belleza.
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En relación a lo anterior, el rapero Waikil reflexionó sobre cómo «el abanico del arte también se pone en función de promover la cultura mapuche, ya sea la música, la literatura, el teatro, el cine. Todo esto a partir de la autonomía, nada es gracias al Estado, porque de cierta forma vamos remando en sentido contrario a lo que quiere«.
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Por otra parte, Daniela Millaleo, destacó que la reivindicación mapuche se podrá lograr cuando la sociedad escuche y comprenda su cultura. «Creo que tienen que escuchar nuestras voces, que son en diferentes áreas: el teatro, la pintura, la música. Todo tiene un mensaje y nosotros siempre hacemos eso, siempre cantamos sobre lo que somos, es cosa de escucharnos, nada más«.
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Si bien el espectro musical ha permitido la introducción de artistas mapuche a la industria, los prejuicios y desvalorizaciones aún siguen siendo parte de ésta. Hechos como los ocurridos el primer sábado de agosto, dan cuenta del largo camino que queda por recorrer para desmitificar la figura colonialista, que el Estado chileno ha insistido en mantener.
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