Arabia Saudita comienza a quedarse sola en Yemen

Mientras los Emiratos Árabes Unidos han anunciado el retiro de sus fuerzas en Yemen, Arabia Saudita mantiene su intervención en el país, aun cuando, tras cuatro años de bombardeos, ha contribuido a generar la mayor crisis humanitaria del momento. 

Foto: Fahd Sadi

Tras cuatro años de intervención en la guerra civil en Yemen, los Emiratos Arabes Unidos (EAU) han decidido comenzar a replegar sus fuerzas activas en el conflicto. Su decisión, que generó malestar en Arabia Saudita, fue justificada por parte de funcionarios emiratíes, señalando que es un esfuerzo que busca brindar mejores condiciones para las negociaciones de paz.

Desde Abu Dhabi, capital de los emiratos, han indicado que aunque su determinación fue tomada hace más de un año, no ignora la situación de la región actualmente, en donde Estados Unidos ha elevado la tensión con Irán y han generado preocupación ante un eventual conflicto armado. En este sentido, los Emiratos han optado por trasladar de vuelta a sus tropas para asegurar su propia seguridad.

Desde Arabia Saudita el mensaje no fue bien recibido, ya que ambos países han sido cómplices en los crimenes de guerra que se han llevado a cabo en Yemen durante su intervención. El abandono de uno de sus mayores aliados en la guerra, significa un duro golpe, quizás no tanto en lo militar, como si en el aspecto mediático del conflicto. Para el reino saudí ha sido complejo mantener la intervención desde un punto de vista político, ya que su campaña de bombardeos y bloqueo a la ayuda humanitaria, ha contribuido a generar la mayor catástrofe humanitaria de la actualidad.

Esto ha significado críticas a los gobiernos que venden armamento a los saudíes, siendo Estados Unidos y Francia, dos de los países que más se han visto beneficiados. A pesar de esto, ninguna de las naciones cuestionadas ha interrumpido el suministro de armas.

Por otro lado, la salida de los EAU de Yemen también incomoda a Arabia Saudita, porque este repliegue podría ser una señal de que la guerra esta perdida, o que al menos no se puede ganar. Esto significaría que después de cuatro años de bombardeos y ataques militares, y de haber dejado a un país destrozado, los Emiratos se irían tras no haber conseguido el objetivo de poner fin a la guerra civil.

Sin embargo, uno de los aspectos más preocupantes del paso de los Emiratos Árabes Unidos por Yemen, es el entrenamiento de milicias yemeníes cercanas a los intereses de Abu Dhabi. Portavoces de los Emiratos han señalado que su salida no dejaría un vacío de poder, ya que han financiado al menos 90.000 fuerzas paramilitares que podrían mantener el orden. Este anuncio resulta especialmente preocupante si se considera que en febrero de este año, Amnistía Internacional reveló que la entrega de armas a las guerrillas por  parte de los EAU, era hecha de forma completamente irresponsable, y que se trataría de fuerzas militares que no responden ante nadie, aun cuando son acusadas de crímenes de guerra.