Aborto en Chile, una materia al debe: cifras y voces por un aborto legal
Escrito por Fernanda Imbert Fuentes el junio 6, 2024
En la reciente cuenta pública y con el anuncio del Presidente Gabriel Boric de un nuevo proyecto de ley, se ha vuelto a poner el foco en un tema que, aunque no sé hable públicamente de él, siempre está en la palestra: El aborto.
Por Fernanda Imbert Fuentes
El pasado sábado 1 de junio se realizó la tercera cuenta pública del actual mandatario, Gabriel Boric, quién anunció que para el segundo semestre de este año, ingresará un proyecto de ley que permita el aborto legal en Chile. La noticia tuvo repercusiones inmediatas, varios diputados de los partidos de derecha hicieron abandono de la sala donde se llevaba a cabo la cuenta y otras figuras políticas criticaron su decisión a través de redes sociales. Aún así, la demanda respecto al aborto como un tema de salud pública es fuerte y el mandatario cuenta con el apoyo de distintas organizaciones feministas, además de parlamentarios de su sector.
Para adentrarnos mejor en el tema, tenemos que ver como es la realidad país es esta situación.
Datos de la realidad en Chile
En 1989, en plena dictadura, la junta militar decide prohibir totalmente el aborto en Chile. Su visión era clara y expresada por uno de sus rostros, Jaime Guzmán, quién en 1974 había dicho:
“La madre debe tener el hijo, aunque este salga anormal, aunque no lo haya deseado, aunque sea producto de una violación o, aunque de tenerlo, derive su muerte”.
Fueron 28 años los que el país vivió bajo esta restrictiva ley, pero como se sabe, y las investigaciones respaldan, prohibir el aborto no impide que las mujeres aborten. Según una estimación oficial, los abortos realizados en los 90’ fueron entre 160 mil y 200 mil.
En 2013, en la Universidad de Chile analizaron datos de las altas hospitalarias que tuvieran relación con el aborto entre los años 2001 y 2010. Finalmente se aproximó que la cifra total de abortos durante ese periodo fue de 24.300 y que 72% de ellos eran inseguros.
Incluso sin contar con cifras oficiales, pues aún era ilegal, gracias a la ‘Línea aborto libre’, sabemos que en Chile se estima que se realizan alrededor de 160 mil abortos al año en condiciones de clandestinidad y que la línea telefónica se reciben entre 10 y 15 llamadas diarias en promedio de mujeres que necesitan información segura sobre cómo abortar.
La Ley de tres causales
En septiembre de 2017, se aprobó la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo en tres causales:
- riesgo para la salud de la mujer
- inviabilidad fetal
- violación
Esta ley significó un paso adelante en esta materia, más para las organizaciones feministas todavía es insuficiente. Uno de los principales problemas vendría siendo la “objeción de conciencia”, la cuál permite a los profesionales de la salud negarse a realizar abortos. La ley permite que tanto instituciones privadas, como profesionales del sector público y privado se definan como “objetores de conciencia”. Para las organizaciones pro-aborto, esto genera un gigantesco problema, pues no solo no se garantiza la atención de mujeres y niñas, sino que, muchas veces se les da como opción trasladarse a centros mucho más lejos, donde no cuentan con redes de apoyo que sí tienen en sus territorios.
Además, según datos publicados por la Corporación Humanas, para 2020 la mitad de los y las obstetras de hospitales públicos se habían declarado objetores de conciencia en al menos una de las causales, e incluso habían comunas donde todas las unidades ubstétricas de centros públicos eran objetoras.
Intentos de proyectos
Desde que entró en vigencia la ley de las tres causales han existido distintos proyectos, tanto para avanzar más allá con la legalización del aborto como para retroceder y volver a su total prohibición. En 2018 se ingresaron distintos proyectos para avanzar más allá en los derechos reproductivos, entre ellos destacan:
- Proyecto de Ley que modifica el Código Sanitario para exigir que la regulación de la objeción de conciencia, respecto de la interrupción del embarazo en tres causales, se haga mediante reglamento.
- Proyecto de Ley que regula la interrupción voluntaria del embarazo.
- Proyecto de Ley que modifica el Código Penal, para despenalizar el aborto consentido por la mujer dentro de las primeras catorce semanas de gestación.
- Proyecto de Ley que establece derechos en el ámbito de la gestación, preparto, parto, postparto, aborto, salud ginecológica y sexual, y sanciona la violencia gineco-obstétrica.
De estos, algunos fueron archivados mientras que otros siguen en (estancada) tramitación.
Por la vereda opositora al aborto, en 2022 se presentaron tres proyectos para retroceder en dicha materia
- Proyecto de Ley que modifica el artículo 119 del Código Sanitario para eliminar la primera causal de interrupción voluntaria del embarazo.
- Proyecto de Ley que modifica cuerpos legales que indica para proscribir el aborto y aumentar la sanción penal aplicable.
- Proyecto de Ley que deroga normas del Código Sanitario que autorizan la interrupción del embarazo en tres causales.
De estos, el segundo fue retirado y reemplazado por el tercero, el cual se encuentra en primera instancia del trámite, igual que el primer proyecto.
Reacciones de organizaciones
Múltiples han sido las reacciones de organizaciones que abogan en favor del aborto, en específico pudimos contar con las palabras de Débora Solís, directora ejecutiva de APROFA, y con Elisa Franco de la coordinadora 8M.
Débora hace hincapié en que esto es una muy buena iniciativa y que el proyecto viene a dar respuesta y cumplimiento a algo que se relaciona con humanidad y con el respeto a las decisiones de las mujeres gestantes. Así mismo también menciona la insuficiencia de la Ley actual, puesto que en sus palabras:
“Tiene una serie de obstáculos y barreras que no permiten que las mujeres y personas gestantes puedan acceder a una ley bastante mínima. Y las barreras efectivamente tienen que ver con lo económico, con la objeción de conciencia, con lo geográfico y con una constante desinformación”.
Cierra con la voluntad de APROFA para el diálogo y con lo importante que es para la sociedad llevar estas conversaciones a la palestra pública y política.
Por su parte, Elisa señala que este tema es una urgencia y que es un asunto de salud pública por el cual llevan años esperando. Cree que ahora, con este anuncio, es más importante que nunca seguir movilizándose, salir a las calles y retomar la manera histórica por la cuál el movimiento feminista se ha manifestado. También hace hincapié a que, ellas confían en que solo la movilización les permitirá conseguir el derecho a la aborto; es clara en enfatizar que se sabe que hay una sobrerrepresentación conservadora en las cámaras.
«Sabemos que va a ser muy difícil conseguirlo (el derecho al aborto) si no es a través de la movilización y que se muestre ampliamente el respaldo (…) hacemos un llamado a la movilización, a respaldar esta demanda histórica y demostrar que somos muchos y muchas las que estamos detrás de conseguir este derecho. Tenemos que seguir en las calles para que sea ley».
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