ALTO MAIPO: ENTRE EL ESPIONAJE Y LA QUIEBRA

Escrito por el noviembre 29, 2021

Luego de que se revelara el pago a una empresa externa para realizar ciberespionaje, el proyecto Alto Maipo sumó una nueva polémica al acogerse a la Ley de Quiebras en Estados Unidos.

Por: Carolina Maldonado y Michael Lieberherr

Tras más de 14 años en conflicto y un largo prontuario ambiental, el controvertido proyecto hidroeléctrico suma nuevas complicaciones. La histórica lucha que mantiene enfrentadas a la empresa y las comunidades se ha agudizado en las últimas semanas. Primero la evidencia de ciberespionaje y luego por el nuevo proceso de quiebra que comenzó la empresa en Estados Unidos.

El proyecto hidroeléctrico Alto Maipo se encuentra con un 99% de avance y se proyecta para diciembre la incorporación al Sistema Eléctrico Nacional (SEN). Las obras consideran dos centrales de pasada ubicadas en la parte alta del Río Maipo: “Alfalfal II” y “Las Lajas”, las cuales generarían una potencia de 531 megawatts (MW). Ambas buscan transportar las aguas de una cuenca a otra por un canal de 70 kilómetros longitud, lo que se conoce como central de pasada, de realizarse se convertiría en una de las más grandes del mundo.

Ciberespionaje

Durante las últimas semanas, y gracias a una nota de Interferencia, salió a la luz que la empresa Aes Andes contrató un servicio de ciberespionaje para recabar información de trabajadores que fueran partícipes de los grupos ambientales, denominados como «terroristas potenciales». Además, los documentos incluían información personal de diferentes dirigentes socioambientales que se mantienen en la vocería de las organizaciones.

Una de las organizaciones presentes en los documentos pagados por Alto Maipo es el Movimiento por el Aguas y los Territorios (MAT). Al respecto, Francisca Fernández, vocera de la organización, enfatizó en la importancia de tener la confirmación del espionaje: «Esta es la primera vez que contamos con un documento y una información oficial de que una empresa tiene este tipo de prácticas. Yo creo que es súper relevante, creemos y tenemos la certeza que esto ha generado desgraciadamente siempre por las empresas extractivistas, pero es la primera vez que tenemos la información como tal disponible».

Además, Fernández confirmó que están trabajando con otras organizaciones para generar acciones legales. «Tres movimientos sociales, estamos viendo de manera conjunta que acciones, porque por una parte está el ciberespionaje, por otra parte el mal uso de información privada como nuestras direcciones particulares y correos, y tercero tiene que ver con políticas de amedrentamiento, o sea que una empresa como AES Andes, que antes era AES Gener, vinculada con la construcción de Alto Maipo haya tenido este tipo de informes nos está dando cuenta de la persecución que se les hace a las personas que defendemos los territorios«, concluyó.

Por otro lado, Anthony Prior, vocero de la Red No Alto Maipo, otra de las organizaciones mencionadas en los informes de ciberespionaje, recordó otros hechos de amedrentamiento ocurridos durante su trabajo como activista. «Este es un conflicto que, en el Cajón del Maipo por lo menos, estamos enfrentando en el diario vivir hace muchos años atrás. Yo comencé desde bastante joven a involucrarme en el activismo por la defensa del medioambiente. Y en la experiencia que me ha tocado vivir, he tenido unos episodios de persecución más bien por parte de agentes del Estado. Hostigamiento por parte de funcionarios de Carabineros, en el sentido de hacer seguimientos por largos trayectos durante la calle al caminar. Ese tipo de situaciones».

Además, el activista destacó la transparencia del trabajo de las organizaciones de defensa. «Toda la actividad que nosotros y nosotras realizamos en defensa del medio ambiente, la hacemos de cara a la comunidad, de forma honesta, transparente. Y que en el fondo no tenemos miedo, en el sentido que no tenemos nada que ocultar tampoco. Nos parece muy curioso hacernos la pregunta de cual es el propósito con el que Alto Maipo se toma la atribución de investir recursos en hacer ese tipo de seguimientos».

Proceso de quiebra

Actualmente, Alto Maipo mantiene deudas millonarias con diferentes bancos locales e internacionales. Según La Tercera, la deuda en octubre de 2021 ascendía a más de $1.500 millones de dólares. En el Servicio de Evaluación Ambiental, el proyecto declaró una inversión de $700 millones de dólares, sin embargo se estima que la inversión total asciende a $3.500 millones de dólares, 5 veces más de lo proyectado en un inicio.

La crisis económica llevó a Alto Maipo SPA a acogerse al capítulo 11 de la Ley de Quiebras en Estados Unidos. Entre sus argumentos mencionan, la disminución de la hidrología y la disminución del precio de la energía, devenido de la inclusión de nuevas fuentes de energías renovables. 

La vocera de la Coordinadora Ciudadana No Alto Maipo, Marcela Mella, expuso la maquinaria que llevará a cabo la empresa. “Es un mecanismo de quiebra para inversiones norteamericanas, por eso se acogen a la quiebra allá y no acá en Chile. Lo que ocurre es que AES Andes, filial de AES Corp, le informa a sus acreedores que no está en condiciones de pagar las deudas tal cual como está la figura actual. Hacen una pérdida como empresa, de más de mil millones de dólares, pero para acogerse a este mecanismo dicen como empresa: tengo un proyecto casi terminado, tengo derechos de agua sobre ese proyecto, pierdo lo que invertí pero mi interés es pagarle a los acreedores, básicamente bancos y la compañía que construyó Alto Maipo». 

«Cuando aceptan está solución, los acreedores designan una comisión para administrar el proyecto y operarlo para pagar deudas. La operación de Alto Maipo terminaría una vez que se paguen los más de 2 mil millones de dólares que se le debe a las instituciones que invirtieron en Alto Maipo”, explicó la activista.

Además, la vocera de la coordinadora destacó que los temas que adujeron desde la empresa para el proceso de quiebra, son los mismos que han expuesto desde las organizaciones socioambientales. “Los argumentos que usaron para acogerse a esta ley son los mismos que hemos usado los y las opositoras a Alto Maipo. Es decir, el cambio climático; el cambio hidrológico en la cuenca, en otras palabras, menor disponibilidad de agua en la cuenca del Maipo, y el precio de la energía, que desde la entrada de las energías renovables no convencionales, ha bajado”.

Por último, Marcela Mella destacó la necesidad de regular los cierres de las hidroeléctricas en Chile. “Lo más grave es que las plantas hidroeléctricas en Chile no tienen contemplado un cierre, como sí lo tienen las mineras y otras actividades extractivistas. (…) Pueden ponerle un candado a las obras del proyecto e irse, hemos insistido en la necesidad que se genere una ley corta para incluir una exigencia de cierre para industrias hidroeléctricas”. 

Marcela Mella, vocera coordinadora No Alto Maipo

Marcela Mella, No Alto Maipo

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